Historias que sanan
Cuerpo & Alma
“Quiero que sepan que si bien yo aún me encuentro dando mis primeros pasos, ya he podido percibir que hay una salida, (…) una vida llena de luz lejos del veneno”
» Me llamo Verónica. Tengo 45 años y vivo en Montevideo, concretamente en Carrasco, junto a mis dos hijos varones de 15 y 17 años. Soy abogada y ejerzo mi profesión, y podría decirse que pertenezco a la clase media alta de nuestra ciudad, con todo lo bueno y lo malo que ello implica, sobre todo en mi caso, ya que soy una enferma alcohólica.
No sé bien cuándo pude identificar mi enfermedad. Se trata de una enfermedad crónica que no tiene cura y que sólo puede detenerse… La medicina no ha encontrado cura para este padecimiento y lo único que hasta el momento ha salvado a nivel mundial a millones de alcohólicos, es la Comunidad de los Alcohólicos Anónimos (AA) que se encuentra diseminada en todas partes del planeta, aún en los rincones más olvidados.
Apenas tomé conciencia de mi enfermedad, aún sin saber todo el camino que me esperaba, concurrí a Alcohólicos Anónimos y lo hago desde el año 2010.
Aún hasta el día de hoy, a lo máximo que he llegado de abstinencia es a 10 meses. Pero siempre vuelvo a empezar una y otra vez, ya que vi en esta Comunidad a personas (para mi verdaderos héroes) que han llegado a cumplir 30 años o más en abstinencia y siguen concurriendo a los grupos y transmitiendo su sabiduría y el camino de la luz de manera incansable, enseñando a los recién llegados (que hasta que traspasamos esas puertas estábamos muertos en vida) que podemos aprender a vivir sin alcohol y que se puede dejar de tomar con alegría.
Estas palabras que pueden sonar hasta infantiles, forman parte de un programa de AA que nos lleva a nosotros, los enfermos, a recuperar la fe en la vida y la sonrisa (en lugar de la mueca que fingimos cuando nuestra vida está siendo vivida en la oscuridad).
De más está decir el infierno que he padecido y que he hecho padecer a aquellos que me quieren y rodean, así como también a los estigmas y etiquetas que una sociedad como esta me ha hecho enfrentar, a todo nivel: como madre, como hija, como profesional, como amiga, como mujer.
Ojalá que estas palabras que intentan resumir mi historia, puedan servir para ayudar a aquellas mujeres que en este preciso instante están padeciendo esta cruel enfermedad, escondiendo botellas en sus roperos, disimulando frente a sus propias familias, y sufriendo y llorando a solas.
Quiero que sepan que si bien yo aún me encuentro dando mis primeros pasos, ya he podido percibir que hay una salida, un camino espiritual y una vida llena de luz lejos del veneno.
La salida se encuentra en nuestras propias fuerzas, en nuestras almas, y Alcóholicos Anónimos nos ayuda a encontrarla…
Les hablo en mi nombre y en nombre de ustedes, porque ustedes son yo y yo soy ustedes. »
Casa Central de A.A. en Montevideo: Salto 1291 / 2410-45-92
Literatura oficial de A.A.:
- El Libro Grande, (o el Libro Azul) como lo llaman los miembros de la Comunidad, es el texto básico de AA. Se publicó por primera vez en 1939.
- Doce Pasos y Doce Tradiciones, título que trata de forma clara y directa los doce pasos de recuperación del alcoholismo por una parte y las doce tradiciones por las cuales la fraternidad de Alcohólicos Anónimos se ha mantenido en el tiempo.
- Transmítelo, la historia de Bill W. y de cómo llegó al mundo el mensaje de Alcohólicos Anónimos. Es además una biografía del co-fundador de A. A. y desarrollo de la comunidad.
- Alcohólicos Anónimos llega a su mayoría de edad donde cuenta como salieron adelante con los primeros años de A.A.
- «Tal como la ve Bill» escritos que describen la manera de vivir de A.A.
- Viviendo sobrio, un libro práctico, que demuestra a través de ejemplos como los alcohólicos anónimos de todas las partes del mundo viven y se mantienen sobrios día a día. Este libro es altamente recomendable para los principiantes en la comunidad.
- Alcohólicos anónimos en prisiones, también a los presidios ha llegado el mensaje de alcohólicos anónimos. Este libro es una colección de treinta y dos testimonios, de hombres y mujeres, que en instituciones correccionales comparten sus experiencias después de haber encontrado a A.A. mientras estaban en cárcel.
- Plenitud. Es una revista de publicación bimestral, circula entre los alcohólicos anónimos de México, en demanda de muchos A.A. del país, y desde luego como una publicación mexicana similar al A. A. Grapevine, la primera revista de la Comunidad en inglés. En el año de 1977 hace su aparición formalmente en la comunidad de A.A. México.
- Existe una gran cantidad de folletos y trípticos que definen la forma de trabajo de A.A.
- Los ejemplares de la literatura de A.A., se pueden adquirir dentro de los grupos de A.A. o en las Oficinas de Servicios Generales.
- A los nuevos miembros se les obsequia folletos básicos, como «Esto es A.A.» y/o «44 Preguntas y respuestas acerca de A.A.».
¿Qué opinás?
Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
Ver todas las entradas de lacitadina.