“Ya hace casi nueve años que estoy asintomática, y para mí, esto es estar curada”
Cuerpo & Alma
Entrevista a Ma. Àngels Mestre, quien a fuerza de voluntad y convicción, venció a la fibromialgia.
El caso de la española Ma. Àngels Mestre es un ejemplo de lucha y de voluntad inquebrantable. Agotó todas las posibilidades hasta encontrar su solución a una enfermedad considerada crónica por la medicina tradicional: la fibromialgia.
Casada, con dos hijos de 38 y 40 años y cuatro nietos, Ma. Ángels ya tiene tres libros en su haber: Hablemos de fibromialgia, yo la he ganado, tú también puedes; De la fibromialgia a la salud y alimentación, energía vital en el cáncer. Actualmente está trabajando en su cuarto libro: Método Mestre.
Arquitecta de profesión, nació en el ’47, en una España golpeada por la dictadura y la postguerra. De padre médico y madre maestra, ocupó el último lugar en una familia de cuatro hermanos. Ejerció su carrera durante 30 años, hasta que un día su cuerpo le dijo: “Basta”.
Dolores: ¿Cuál es la definición técnica de fibromialgia?
Ma. Àngels Mestre: La palabra fibromialgia (FM) procede de unir la palabra latina fibra, que significa ‘fibra’ o ‘fibroso’, con las griegas mysy algos, que significan ‘músculo’ y ‘dolor’, respectivamente.
La fibromialgia es una enfermedad que plantea una problemática muy difícil de resolver por la medicina: no conoce con exactitud la causa, no se puede confirmar con los análisis de laboratorio y no sabe curarla; la considera una enfermedad crónica. Se diagnostica cuando hay dolor en los dos lados del cuerpo, por encima y por debajo de la cintura, y cuando, como mínimo, once de los dieciocho puntos sensibles de nuestro cuerpo presentan dolor.
La medicina la considera una enfermedad relacionada con la alteración del funcionamiento del Sistema Nervioso Central.
D: ¿Cómo la definirías en forma coloquial?
MAM: La fibromialgia es la enfermedad de las emociones contenidas. Esta contención se manifiesta en forma de síntomas. El síntoma principal es el dolor muscular (fascias) articular, seguido por falta de fuerza muscular, cefaleas, síndrome de colon irritable, insomnio, mala circulación en las extremidades, síndrome de piernas inquietas, dificultad cognitiva, ansiedad, sequedad de ojos y boca, síndrome de vejiga irritable, menstruación dolorosa…
La energía de las emociones que no se libera llega a la musculatura quedando en forma de tensión en las fibras musculares, generando dolor.
D: ¿Considerás que la fibromialgia siempre existió?
MAM: Sí. Considero que la fibromialgia siempre existió, principalmente en mujeres con una cierta personalidad como la de ser muy perfeccionistas; autoexigentes; que buscan la aprobación del entorno; sumisas y obedientes a la autoridad, sin serlo; y con mucha ira contenida.
D: Características generales de la fibromialgia…
MAM: La fibromialgia se caracteriza por un variado abanico de síntomas, mencionados en mi definición de FM, pero la que hay que destacar es el gran dolor generalizado, desde la cabeza a los pies.
También se caracteriza por una personalidad con dos defectos psicológicos, el orgullo perfeccionista y la ira contenida.
D: En España, ¿cómo se vive la fibromialgia desde el punto de vista médico?
MAM: En España esta enfermedad se vive como en otros países, no hay gran diferencia. Desde el punto de vista médico, es una enfermedad crónica que no tiene ninguna esperanza de curación. En la mayoría de médicos continúa habiendo ignorancia, y los únicos que la tratan son los reumatólogos, que sólo intentan eliminar los síntomas con fuerte medicación, sin conseguirlo.
En España no existe ningún médico “famoso” para tratar con éxito esta enfermedad.
D: En Uruguay hay un reumatólogo muy bien conceptuado que se llama Carlos Uboldi, el cual define la fibromialgia como «una enfermedad psiconeuroinmunoendocrinológica». ¿Coincidís con él?
MAM: Hace siete años que conozco al doctor Uboldi a través de Internet. Fue él quien me escribió primero, y nos hemos intercambiado los libros de fibromialgia. Coincido con él en todo, exceptuando el tema de la alimentación. La última vez que hablamos, le dije que probara de introducir a sus pacientes la alimentación macrobiótica, para que constatara que la superación era todavía más rápida.
D: Para ti, ¿existe una sola causa o es multicausal?
MAM: Esta enfermedad, como todas las demás, tiene múltiples causas. Desde mi punto de vista holístico, las causas siguen el siguiente orden: espirituales, psíquicas, emocionales, energéticas y físicas (toxicidad interna y externa, alimentación inadecuada, inmunológicas, endocrinológicas, etc).
No creo que tenga una causa hereditaria. Lo que sí se hereda son los patrones erróneos de creencias y comportamientos culturales, familiares y sociales, que colaboran en la enfermedad.
D. ¿Se da en todos los estratos socio-económicos?
MAM: La fibromialgia se da en todos los estratos socio-económicos, pero principalmente en las clases bajas, donde existe más represión hacia la mujer.
D. ¿En qué países hay más registros de fibromialgia?
MAM: Los países donde más abunda la fibromialgia son aquellos donde la mujer está menos apoyada. En Europa destaca España, Italia y Francia. En los países más pobres de Asia y África, la mujer asume su papel secundario, y no desarrolla esta enfermedad. En Hispanoamérica es donde más abunda esta patología. En Estados Unidos y Centro y Norte de Europa es donde hay menos personas afectadas.
D: ¿En qué etapa de la vida se instala?
MAM: Se instala, principalmente, en la etapa de cambios hormonales, entre los 40 a 50 años, pero cada vez aparece a más temprana edad. Actualmente, en España, la mayoría tienen alrededor de los 30, y también hay bastantes niños con esta enfermedad.
D: ¿Cuáles son las características de un niño fibromiálgico?
MAM: El niño fibromiálgico se caracteriza por convertirse en sumiso y obediente sin serlo en realidad, responsable, con falta de confianza en sí mismo, necesitando de la aprobación del entorno. El niño compra el amor de los padres y maestros convirtiéndose en “el niño bueno” que quieren los adultos. De esta manera, cambia el amor por un “autosacrificio” en forma de enfermedad, porque al no ser fiel a su esencia, el cuerpo se manifiesta a través de síntomas.
D. ¿Se da más en un sexo que en otro?
MAM: La fibromialgia es la enfermedad de las emociones, y la mujer es más emocional que mental, es más práctica. El hombre en cambio es más mental que emocional y es más teórico. Por otro lado, el factor que posibilita la aparición de la enfermedad es la represión, y no hay duda que en nuestra sociedad, ya desde la infancia, la mujer está más sometida a represión que el hombre.
D: ¿Qué considerás un veneno para esta enfermedad? ¿Y un “remedio”?
MAM: El veneno en esta enfermedad es el victimismo. Hay que dejar de sentirse víctima y hacerse responsable; dejar de ser pasiva para ser activa, no esperando que nos curen.
El primer remedio para esta enfermedad es aprender a dirigir nuestra vida y a decir “no” sin sentirnos culpables.
D: ¿Estás de acuerdo con la medicación que comúnmente se receta?
MAM: No estoy de acuerdo con ninguna medicación alopática para esta enfermedad. La medicación alopática mejora algo en el inicio, pero se convierte más tarde en una trampa que nos lleva a consumir cantidades ingentes de medicamentos, que tan solo van perjudicando nuestro hígado, creando una dependencia que más tarde nos costará dejar.
La medicina tradicional china (MTC) nos dice que el hígado es el depositario de las emociones no expresadas. Cuando el hígado ya no puede más, revierte la energía de las emociones sobre partes de nuestro cuerpo que él controla, como la musculatura, los tendones, los ligamentos, las articulaciones, la vista y los conductos de las venas y arterias. El hígado es el órgano más afectado, por estar muy intoxicado tanto de sustancias físicas como metales pesados, derivados del petróleo, amalgamas dentales…
D: ¿Qué es lo primero que tiene que hacer un fibromiálgico para empezar el camino de la superación?
MAM: Lo primero que tiene que hacer es realizar distintos cambios en su vida, como el cambio de actitud, de estilo de vida, de estructura psicológica, de relación con el entorno y de hábitos; dentro de este último, el más espectacular es el cambio de alimentación hacia la macrobiótica.
D: Una vez superada la enfermedad, ¿se le puede decir «chau para siempre”?
MAM: Una vez superada la enfermedad, nos deja el conocimiento y la experiencia para una nueva vida más consciente, y nunca más se vuelven a cometer los errores del pasado, con lo que se puede decir que desaparece de nuestra vida.
D: Ahora me gustaría hacerte algunas preguntas sobre tu vida. ¿Cuándo y cómo te diagnosticaron la fibromialgia?
MAM: En el año 2000, después de algunos meses con bastantes dolores, visité al doctor César Díaz, director de reumatología del Hospital de Sant Pau de Barcelona, y me diagnosticó fibromialgia y síndrome de fatiga crónica (SFC). Como pensé que esta enfermedad era inasumible, quise comprobar otras opiniones con cuatro reumatólogos más, y todos ellos coincidieron en el diagnóstico. En mi caso no fue un peregrinaje hasta el diagnóstico, por tener varios familiares médicos que me aconsejaron ir a un reumatólogo.
D: ¿Qué fue lo que te la causó?
MAM: El origen de mis dolores se remonta a los 11 años de edad, pero el desencadenante fue el estrés laboral. Durante más de un año sin vacaciones, se sumaron los constantes pequeños problemas de salud de toda mi vida, que iba controlando con los medicamentos para cada síntoma que me daba mi padre, médico.
D: ¿Qué pasó después que recibiste el diagnóstico?
MAM: Como he dicho anteriormente, después del diagnóstico visité otros reumatólogos, porque no me creía que tuviera esta enfermedad. Pero todos coincidieron en el diagnóstico y en que era crónica. Al cabo de dos años de medicación, me di cuenta que estaba peor que al inicio, y decidí dejar la medicina alopática para empezar la medicina holística y es entonces cuando empezó mi peregrinaje en busca de alternativas que me pudieran ayudar.
D: ¿Llegaste a sentir impotencia y desesperación?
MAM: Sentí impotencia y desesperación durante mi proceso de enfermedad, como creo que todos los enfermos sentimos, pero siempre pensé que llegaría a curarme. El peor momento fue tras una contractura en la pelvis, que me dejó en cama y sin poder mover las dos piernas. Fueron tres días de reflexión, que me llevaron a descartar la medicina alopática para iniciar un nuevo camino.
D: ¿Al día de hoy te considerás curada?
MAM: Ya hace casi nueve años que estoy asintomática, y para mí, esto es estar curada. Cuando empecé el cambio de alimentación hacia la macrobiótica tardé siete meses en recuperar la salud. No obstante, ya había trabajado en los factores espiritual, psico-emocional y energético. En total, mi proceso de fibromialgia y SFC duró cinco años.
D: ¿Cuál fue tu “remedio” para esta enfermedad?
MAM: Hacer una gran transformación de la manera de pensar, sentir y actuar, para llegar a ser una nueva persona, nada que ver con la que había sido anteriormente.
D: ¿Cuáles fueron los pilares sobre los que te apoyaste?
MAM: Los valores que todos poseemos y que en caso de enfermedad debemos poner a trabajar: voluntad; aprender a nadar contracorriente, ya que el entorno no nos lo pone fácil; paciencia y perseverancia; creer en nosotros mismos y en nuestro potencial; empezar a querernos como nunca antes lo habíamos hecho, aceptándonos tal como somos.
D: ¿Das charlas en forma permanente?
MAM: Actualmente imparto talleres para la autogestión y superación de enfermedades crónicas (fibromialgia, cáncer…). Además de hablar sobre fibromialgia, también hago charlas sobre alimentación, macrobiótica y cáncer. He dado charlas en la Península, en las Islas Canarias, y sólo he salido de España para ir a dar una charla a Andorra, país vecino.
D: ¿Qué es el Método Mestre?
MAM: He escrito este método porque he sentido la necesidad de comunicar que hay otros procedimientos para abordar las enfermedades. Este método considera al ser humano en toda su globalidad, y a la enfermedad como multifactorial. También para difundir la experiencia vivida a través de mi proceso de superación de la enfermedad y toda la información recibida.
D: ¿Qué te dejó la enfermedad?
MAM: La fibromialgia no ha sido un enemigo que debía vencer, sino una maestra que me ha enseñado a quererme, no egoístamente, sino como una vía de liberación y respeto conmigo misma. Simplificar la vida prescindiendo de todo lo superficial, y dejar las prisas para no caer nuevamente en el estrés.
Ser consecuente alineando el pensar, el sentir y el actuar. Si lo consigo, podré transformar la enfermedad en salud. Cuando se piensa algo, hay que llevarlo a la acción, sino mejor dejo de pensarlo, no doy continuidad al pensamiento. La enfermedad me ha hecho comprender que mi cuerpo se quejaba y yo no lo escuchaba, cubría su lenguaje con medicación en vez de hacer cambios en mi vida.
Que no somos víctimas inevitables de la enfermedad, sino que seguimos unos patrones familiares, sociales y culturales que no admiten el cambio. Que la enfermedad es algo propio que forma parte de mí. No es un elemento externo, sino interno.
D: ¿Qué mensaje esperanzador le darías a una persona fibromiálgica?
MAM: Quiero comunicar, a todas las personas enfermas de fibromialgia y SFC, un mensaje de esperanza: la fibromialgia y el SFC se pueden superar. Yo no soy la primera en superarla ni la última, tú puedes ser la siguiente. Después del diagnóstico, hay dos formas de actuar: 1) Creer que no tienes curación. 2) Iniciar un nuevo camino soltando la rigidez, que empieza por quererse y querer a los demás desde otra dimensión.
D: Algo que no te haya preguntado y que te gustaría agregar…
MAM: La alimentación macrobiótica adecuada a la fibromialgia tiene un efecto desintoxicante, que ayuda considerablemente al hígado, y de regeneración del organismo. Esta dieta consiste en unos determinados alimentos biológicos, y teniendo en cuenta unas proporciones:
40% cereales integrales (arroz, avena, mijo, cebada…).
30% verduras frescas y de temporada.
15% proteínas vegetales (legumbres, miso, tempeh, seitán…) o bien pescado blanco pequeño (menor contenido en mercurio).
10% algas (kombu, wakame, arame, hiziki).
3% fermentos o pickles.
2% semillas (sésamo, girasol, calabaza).
Dentro de la macrobiótica encontramos alimentos que son también medicamentos, como la ciruela umeboshi (anti-oxidante y anti-séptica); la seta shiitake y el kuzu (dan energía); el té verde (anti-oxidante y fortalecedor del sistema inmunológico…); las algas (mineralizan, reducen la hipertensión, son anti- inflamatorias…).
La alimentación macrobiótica me solucionó el problema del colon irritable en tan solo dos semanas.
Y para finalizar, quiero deciros que: “La Salud no es un estado, es un camino que hemos de recorrer cada día”.
Contacto:
Ma. Àngels Mestre
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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