Con un toque kitsch
Deco & Diseño
Una conversación con Florencia Branca, la cara detrás de Milus Luz, su más reciente emprendimiento
Las pantallas de las lámparas de las películas siempre desviaron el foco de atención de Florencia Branca: “Me colgaban, sobre todo esas pantallas que hasta pueden parecer fuera de moda, pero que a mi me parecían alucinantes.” Desde hace dos años la idea de hacer este producto le estaba dando vueltas en su cabeza.
Florencia es maestra de profesión. Vive con sus dos hijos, Violeta (7) e Inti (5), y su actual pareja. Mientras estudiaba supo trabajar de vendedora en un shopping, administrativa en un banco, entre tantos otros: “Trabajé en todos los lugares que te puedas imaginar; ¡hice de todo en mi vida!” Una vez recibida ejerció su profesión de maestra durante ocho años en un centro de Educación Inicial en Punta Gorda. Luego trabajó en una inmobiliaria y en un lugar de fiestas infantiles: “Me aburro y cambio”. Cuando cerró el espacio de festejos decidió abrir uno propio, con una amiga como socia: Así me gusta a mí. Pero por su manera de ser inquieta, en los meses de temporada baja de dicho lugar y con más tiempo libre para dejar volar su imaginación, le empezó a picar de vuelta el bichito: “¿Qué más puedo hacer?” Así fue que hace unos meses surgió su nuevo emprendimiento decorativo, que hoy día lo desempeña en forma paralela al lugar de fiestas: Milus Luz.
Por ahora vende dos versiones de pantallas: con forma de campana, que las manda a hacer y hasta podrían definirse como estilo kitsch; y el segundo modelo, que hace con sus propias manos, con tiras de géneros diferentes: “Cuando descubrí esta técnica me copó, como que solo dependía de mí, me daba la libertad que quería. Trato de desconectarme del exterior y ver qué es lo que realmente quiero hacer. Me desprendí del prejuicio, me guío por la inspiración, lo que yo tenga ganas de hacer. Nada me limita.” Florencia juega con los colores fuertes, mezclando telas que nunca imaginó podrían ir juntas. También hace guirnaldas con la versión de las pantallas acampanadas en tamaño chico: “Son divinas, se usan como decoración o para un rincón de un dormitorio, son súper originales.”
Se emociona contando que lo primero que hizo una vez finalizadas sus primeras versiones de las pantallas, fue promocionar a Milus Luz a través de Facebook, quería ver qué respuesta tenían. El éxito fue inmediato. Empezó a recibir pedidos de todos lados: “Me encargan de todo y re disfruto todo el proceso, desde buscar las telas hasta el armado. ¡Me genera una adrenalina!” Y ver que a la gente le gusta tanto lo que está haciendo es su mayor recompensa.
Esta emprendedora creativa me confiesa que el momento en que se sienta frente a las telas y las pantallas, a sabiendas de que va a estar cinco horas aproximadamente con cada una, es su momento del día: “Es un tiempo para mí, de cero estrés, me divierte y lo disfruto. Si bien disfruto del proceso, me encanta ver el resultado, que es cuando cierro el círculo. Yo creo que uno lo que hace, lo debe hacer de la mejor forma y sin mirar cómo lo hace el otro.” Y pensando así no hay manera que esta mujer de sonrisa interminable haga las cosas a medias. Se puede decir que hoy Florencia hace lo que le gusta.
Contacto:
Milus Luz
Florencia Branca
Cel.: 095 304 444
Mail: milusluz2014@gmail.com
Florencia Branca, creadora de Milus Luz
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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