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“Está la fantasía de que el sexo tiene que ser natural, ¡y nada más alejado de la realidad!”

Cuerpo & Alma
“Está la fantasía de que el sexo tiene que ser natural, ¡y nada más alejado de la realidad!”

Entrevista a Paola Di Giorgio, psicóloga especializada en sexología, quien desmitifica y al mismo tiempo ensalza vivencias de las parejas de hoy

noviembre 07, 2014

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Por Dolores de Arteaga

Cuando me reuní con Paola Di Giorgio para entrevistarla como sexóloga, me di cuenta que la entrevista podría haber tomado múltiples rumbos. Porque a esta mujer argentina de 48 años no le gusta “tocar de oído” ningún tema. Va hasta el fondo. Con 23 años se recibió de psicóloga en Argentina, por la Universidad del Salvador. Siempre supo que estudiar una carrera era solo la base para comenzar el camino. Cuando en el ’96, con 30 años, se vino a vivir a Uruguay ya contaba con 10 años de experiencia en hospitales, una especialización en Familia, estudios en Derecho del Menor y la Familia, Psicopedagogía, Drogodependencias y un posgrado en Sexualidad. Paola se autodefine como muy inquieta: “Cuando encaro algo lo hago de de lleno. Estudié muchas cosas porque creo que todo lo que aportes desde otro lugar te va a dar diferentes ópticas.”

Una vez instalada en nuestro país se dedicó a la psicología en general: “Tengo parejas, a veces trabajo en familia. ¡El uruguayo es muy reservado! Yo trabajo mucho desde la ironía. Me divierto mucho con mis pacientes. En realidad es muy raro que la persona que viene a mi consultorio no se ría a pesar de lo trágico de lo que está contando (risas).”

Pero su carrera no se limitó a un consultorio, sino que estuvo vinculada a distintos medios uruguayos. Durante varios años fue invitada por el periodista Ignacio Álvarez al espacio Las cosas en su sitio, en Radio Sarandí. En televisión, Zona Urbana y Esta boca es mía también contaron con su presencia.

Paola está casada con un uruguayo desde hace 13 años. Juntos tuvieron una hija, hoy adolescente. Manuel, de 23 años, fruto de un matrimonio anterior de su marido, es como si fuera su hijo. Ante mi pregunta de si habla “a calzón quitado” con sus hijos, ella me respondió: “Mi hija rechaza bastante ese lado mío, y es porque soy su madre. Y prefiere que no sea yo la que hable de sexualidad con sus amigos. Pero mi hijo más grande sí me ha buscado, y debe ser porque no soy su madre biológica.”

 

 

Dolores: Al ser sexóloga debés tener todo bastante claro…

Paola Di Giorgio: ¿¿Nunca escuchaste en casa de herrero cuchillo de palo?? (risas) ¡La fantasía de la gente es brutal y uno igual puede ser un desastre en el sexo!

D: ¿Cuáles son las problemáticas sexuales por las que más te consultan?

PD: Vaginismo, eyaculación precoz, anorgasmia. Te voy a ser sincera, la sexología a la larga me aburre un poco porque es muy mecánica para mí, sé resolverla bien. Es como el ABC, si cumplís ciertos pasos ya está. El vaginismo es una problemática que se da en muchas mujeres y no sé por qué a los sexólogos les cuesta solucionar; nunca me costó solucionarla en mis pacientes (risas). Con la anorgasmia ya es algo distinto, porque tiene que ver con la entrega, ahí ya no es tan fácil ni tan mecánico. Es fundamental que haya un equipo de profesionales para trabajar con una problemática sexual.

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“La cabeza no se desprende tan fácilmente de lo que mamó durante años, y la gente que intenta ir en contra de ello, la pasa mal”

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D: A diferencia de los animales, en los seres humanos el sexo está atravesado por la cultura. ¿Cuánto influye lo cultural?

PD: Vivimos en una sociedad, por lo cual seguimos una conducta social. Con el vaginismo se ve claramente. La cabeza de la mujer es una contradicción de lo que ella quiere hacer y lo que tiene mandado a hacer. El mandato es probablemente por su crianza, por la escuela, por la familia, por todo; recibió una educación moralista y se espera de ella que de alguna manera no tenga relaciones, ya sea porque no se casó, porque no es un novio estable, porque no se cumplen ciertas pautas, y ella quiere quebrar esas pautas, se quiere revelar. ¿Cómo se resuelve eso? Presentando vaginismo, la mujer tiene temor al dolor de la  penetración, es la idea de que te va a doler. Ahí surgen dificultades y la persona necesita un sexólogo. Es como que entrás en cortocircuito, querés hacerlo pero tu cabeza te dice que no, entonces hacés un montón de cosas menos eso. Entonces, como esa mujer no está preparada para transgredir, lo que resuelve es un síntoma. Los problemas sexuales son siempre una manera de resolver algo que no está funcionando adecuadamente dentro de uno. Está bueno hacer un camino propio pero con sensatez, no es fácil transgredir a pesar de que la gente piense que sí. La cabeza no se desprende tan fácilmente de lo que mamó durante años, y la gente que intenta ir en contra de ello, la pasa mal. Hay que estar preparado para revelarse. Si el sexo no estuviera atravesado por la cultura, todo esto no existiría. Pero el vaginismo se resuelve.

El hombre puede llegar a tener eyaculación precoz, generalmente se da por un tema de ansiedad y está asociado a una figura materna bastante particular. El primer relacionamiento del hombre con la mujer es su madre, si vos tenés una madre con ciertas características que son apabullantes, después el encuentro con una mujer puede resultar de mucha ansiedad. A los eyaculadores precoces generalmente les cuesta pensar en el otro, son bastantes egocéntricos, personas que se preocupan únicamente por su propio placer, que se quedan en el “qué pena”. El más grave de todos los casos es cuando eyaculan sin penetrar, o el que penetra y a los segundos ya eyacula, o sea que no pueden esperar a que la mujer llegue al orgasmo. Esto a los animales no les pasa, son temas que están atravesados por la cultura.

D: Una buena relación sexual…

PD: En general es aquella que tiene un buen juego previo que abarca unos 40 a 45 minutos y que después tiene una linda penetración. Una relación te puede llevar entre 45 a 60 minutos, no menos. A veces las mujeres sienten que los hombres solo piensan en ellos, que lo usan como una descarga de energía, porque no están dispuestos a hacer todo lo que tendrían para que la mujer llegue al orgasmo. La mujer necesita de una buena estimulación previa.

El sexo oral es parte de una buena relación, aunque no siempre tiene que estar presente, así como tampoco es bueno que nunca esté presente.

D: ¿Recomendás una cierta frecuencia?

PD: Si me preguntás cuál es el ritmo que más me gusta, te diría el de dos veces por semana: una el fin de semana y es bueno “mechar” otra en la mitad de la semana. Cuando la frecuencia es una vez a la semana, que generalmente son los fines de semana, a las mujeres se les dificulta, porque les cuesta el reenganche de una semana a la otra, y si lo hacés al día siguiente también es muy rápido, las mujeres no somos así.

D: ¿No lo ves como algo muy mecánico, como un mero trámite?

PD: Está la fantasía de que el sexo tiene que ser natural, ¡y nada más alejado de la realidad!, sobre todo cuando hay hijos de por medio. El hombre en general tiene más ganas que la mujer. Toda señal de cariño que la mujer le de al hombre, este la interpreta como ganas de tener relaciones. Y de esa forma la mujer empieza a cortar esos juegos que son divertidos, porque se pone a la defensiva y piensa: “Si le doy entrada, si suelto demasiado,  terminamos en la cama.” Los hombres no entienden que una no quiera tener tantas relaciones como ellos proponen. Entonces la manera de salir sin cortar con estos juegos es establecernos un ritmo. Cuando propongo esto algunos pacientes me dicen que no les gusta esta forma, les parece muy estructurada. Y les explico que no está bueno que la mujer se ponga a la defensiva. Entonces lo ideal es que la mujer elija cuándo van a tener relaciones en la semana, en qué forma, en qué momento, porque es la que generalmente lleva la casa adelante. Y esto calma la ansiedad del hombre. Esta forma está buenísima porque uno puede seguir con los juegos y sabe que después no pasa nada (risas). Si no, lo otro es la búsqueda permanente.

D: ¿Qué recomendás para erotizar a la pareja?

PD: Las parejas una vez por semana tienen que salir a pasear, hacer algo que les guste, porque eso estimula. Y no ser siempre la pareja de entrecasa. Salir con amigos y tu pareja, salir a comer o tomar algo sola con tu marido, o ir a un “telo”. Hay que innovar, siempre hay que ir haciendo pequeñas cosas, estimulando el ambiente. Hay que hacerse el tiempo.

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“Sexo podés tener, intimidad es mucho más difícil”

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D: ¿Es inevitable que la pasión vaya disminuyendo a lo largo de los años?

PD: No diría la pasión, sí la adrenalina. La pasión es difícil sostenerla todo el tiempo, pero en un buen vínculo la podés sostener con mucho trabajo, es como cuando decís que todo el tiempo no podés ser feliz, nada es constante.

La adrenalina en el tema de los mujeriegos pasa por la conquista permanente, no disfrutan de lo sexual sino de la conquista. Por eso es que un mujeriego no tiene una amante estable, sino que tiene varias amantes para no perder la adrenalina. Los amantes no siempre rompen parejas, sino que sostienen parejas.

D: ¿Cómo es eso?

PD: Porque son matrimonios de muchos años que llegan a una edad en la cual se llevan bien, comparten un montón de cosas, pero no tienen una buena sexualidad y no quieren separarse. Entonces tienen un amante una o dos veces por semana; supuestamente la pareja no lo sabe, pero ese amante está al servicio de mantener su matrimonio, que, de otra forma, no se hubiera podido mantener.

D: ¿Qué opinás de los juguetes sexuales?

PD: El tema de los juguetes es todo un capitulo, y dentro de los juguetes tenés los disfraces y cualquier cosa que estimule en la relación sexual. El tema es que los estimule a los dos. A veces lo que sucede es que uno puede estar con más ganas que otro de incluir ciertas cosas. Las mujeres somos muy complicadas, a veces cargamos con una culpa que nos hace vernos obligadas a decir que “no” en función de cómo fuimos criadas: “Una buena chica no dice que sí a ciertas cosas.” Si el hombre insiste, la mujer siente menos culpa, en cambio, si a la mujer se le canta, puede terminar coartando un montón de juegos y propuestas.

Creo que hay mucha gente que no asocia relación sexual con diversión. No solo tiene que ser pasión, uno debe divertirse. El tema es sacarse los prejuicios.

D: Veo que hoy día las mujeres salen con un hombre, con otro, y se acuestan con todos y en el primer encuentro. ¿Qué decís de esta situación?

PD: Te voy a decir así, uno puede tener mucho sexo y poca intimidad. A veces la gente confunde sexo con intimidad. ¡El sexo no es intimidad! La sexualidad no pasa por tener relaciones con distintos hombres de una manera descontrolada. Tener una mejor relación sexual justamente pasa por tener mejores experiencias sexuales a lo mejor con personas con las que te conectás mejor. Y es difícil tener conexión con alguien que apenas lo conocés. Yo marcaría la diferencia entre intimar y sexo. Sexo podés tener, intimidad es mucho más difícil. Es mucho más difícil poder hablar de las cosas que te duelen, las que te gustan, las que te mueven, que tener sexo. La intimidad está en el interior de cada uno y no en lo sexual. Entonces cuando vos te acostás la primera o la cuarta vez, aún no sabés quién es el otro, no hay intimidad suficiente. Cuando mostrás tu alma, y no el cuerpo, ahí está la intimidad…

 

Contacto:
Paola Di Giorgio
Tel.: 2708 3831

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Acerca del autor

Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!

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