“Podemos hacer el cambio para dejar un planeta disfrutable… Y no hay que hacer demasiado para ello”
Deco & Diseño
La española Almudena Frutos y el argentino Walter Orol son las caras visibles detrás de Cartonera, emprendimiento de muebles en cartón
Por Dolores de Arteaga
Corría el 2013 cuando Almudena Frutos (32), productora freelance, vio en un canal de TV digital cómo hacían un mueble en cartón. Quedó maravillada. “Enseguida decidí ponerme manos a la obra y hacer una mesita. El resultado fue todo un éxito para haber sido el primero”, comenta la emprendedora. Justo en ese momento estaba sin proyectos a la vista, así que era un buen momento para darle vida a esa idea. Así nació Cartonera, el emprendimiento que fundó con Walter Orol (30), su marido: “En realidad no somos socios, somos pareja”, deja bien en claro Almudena, quien lleva adelante toda la parte de diseño y construcción de los muebles. Walter se encarga de la fotografía y video, además del traslado de los cartones.
Hurgando en su niñez, Almudena se acuerda como si fuera hoy el día que se peleó con su hermano por ver quién veía la tele. Parece que ella terminó yendo a su cuarto y construyó una televisión en cartón, que aún conserva, a la que iba cambiando de imágenes. “Puedo llegar a decir que esos fueron mis inicios de cartonera”, agrega Almudena entre risas.
Dolores: ¿Cómo describirías a Cartonera?
Almudena Frutos: Es una alternativa con conciencia, donde diseñamos y hacemos muebles 100% con cartón reutilizado. Empezar algo por uno mismo siempre tiene un riesgo y un costo económico, pero en este caso tanto el costo como el riesgo son muy bajos; apenas hubo y hay inversión, sólo es cuestión de mantenerse en el tiempo.
D: Imagino que sería un nicho sin cubrir…
AF: Antes de lanzar el emprendimiento estuve viendo el mercado en Buenos Aires. Hay otra marca que trabaja con cartón, pero se dedica casi exclusivamente a hacer sofás; además, utilizan una técnica diferente a la nuestra. Así que se puede decir que Cartonera llegó para cubrir el nicho.
D: Uniste conciencia ecológica y diseño.
AF: Siempre he tenido interés por la reutilización, llevándolo siempre hacia el lado del arte y la decoración. El uso de latas, botellas y pallets en nuestra casa está a la orden del día. Es que dar vida a algo que ya ha tenido un uso anterior me parece que es un aporte al cuidado medioambiental y también una fuente de ahorro. Si tengo o consigo unos pallets y los convierto en mesita, ahorramos, pues no gasto nada, y le damos un nuevo uso a algo que ya está ahí. Y sucede lo mismo con nuestro muebles. Creo que lo más importante es que son perfectamente funcionales, no meramente decorativos.
D: ¿Diseñás vos?
AF: Los diseño yo, pero siempre inspirándome en los muebles norteamericanos de los años ‘60 y ‘70. Me gustan mucho los diseños retro de líneas simples que nunca pasan de moda.
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“Que los niños puedan hacer uso de nuestros muebles es todo un orgullo. Son las futuras generaciones y los que más importancia le van a dar a este tipo de emprendimiento sustentable”
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D: Te dedicás solo a muebles…
AF: Sí. Los recortes que sobran los uso para hacer letras, imanes, casas… Y es que todo se aprovecha al máximo. Nada se tira, todo se transforma. Trabajamos por pedidos; tenemos un catálogo a modo de ejemplo de lo que podemos hacer, como mesitas de luz, cómodas, mesas ratonas, entre otros. También el cliente nos puede pedir su propio diseño. Por ahora no tengo puntos de venta. A lo largo del año expongo en algún showroom y también participo en alguna feria. Es un trabajo artesanal, todo se hace a mano. Un cuter, una regla, una brocha y cola es todo lo que uso. Destiné un cuarto de mi casa para armar el taller.
D: ¿Cuánto tiempo te lleva hacer un mueble?
AF: Por ejemplo, una mesa de luz me lleva unos tres días, principalmente porque hay que darle tiempo para que se peguen bien las partes. La parte interna es importante que esté bien armada, pues es la estructura principal del mueble; después viene la parte de revestimiento externa y pegar las patas. Una vez que el mueble está listo, se pinta, empapela o entela.
D: ¿Qué vida útil tienen?
AF: Es algo que me preguntan mucho, obviamente. Siempre digo que no sé exactamente su vida útil, ya que para mí también es algo novedoso. Lo único que puedo decir es que tengo un cuarto amueblado todo en cartón desde el comienzo de Cartonera, con mesita de luz, cómoda y escritorio, y siguen en pie en perfecto estado. Hay cartón por todas partes, hasta las paredes parecen de cartón (risas).
D: ¿Cuál es el mueble que más te enorgullece?
AF: El conjunto de mesita y banqueta Neni, porque es para los pequeños de la casa. Que los niños puedan hacer uso de nuestros muebles es todo un orgullo. Son las futuras generaciones y los que más importancia le van a dar a este tipo de emprendimiento sustentable. Recién ahora se está haciendo un cambio, se está avanzando más en política medioambiental y en el surgimiento de este tipo de proyectos. No queda otra que aportar granitos de arena para el cuidado del planeta, siendo parte del cambio. Somos los adultos los que estamos aquí y ahora viendo lo que está pasando con nuestro plantea. Por eso somos los únicos que podemos dar un giro a este sistema destructivo, a través del apoyo a este tipo de emprendimientos.
D: ¿Qué respuesta han venido teniendo de la gente?
AF: Les encanta nuestro emprendimiento, les parece increíble. Les gusta mucho nuestros diseños, pero en general hay mucha desconfianza. Nos juegan en contra los muebles convencionales. Introducir en el mercado muebles de cartón no es fácil, es algo a lo que nadie está acostumbrado. Va a ser cuestión de tiempo conseguir una respuesta de confianza.
D: ¿Cómo es el cliente Cartonera?
AF: Tiene un interés y una conciencia hacia el cambio, y lo más importante es que confían en nuestros muebles, están abiertos a ir más allá de lo convencional y poner su atención en lo sustentable.
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“No se valora todo el trabajo artesanal y el diseño que tiene el producto, solo se ve que la materia prima es cartón y a partir de ahí cada uno deduce el precio”
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D: ¿Muebles de cartón pueden asociarse a no tener dinero?
AF: No tiene que ver con el dinero. Tiene que ver más con la confianza, con el atreverse, con tener una apertura de cambio a lo nuevo, y con ir construyendo una conciencia. Nuestros precios no son para nada elevados, pero la gente siempre piensa que van a ser mucho más bajos por el hecho de ser cartón. No se valora todo el trabajo artesanal y el diseño que tiene el producto, solo se ve que la materia prima es cartón y a partir de ahí cada uno deduce el precio.
D: Algún proyecto similar en otros países…
AF: Los muebles en cartón existen en varios países ya desde hace muchos años. Ya el conocidísimo arquitecto y diseñador Frank Gehry en 1969 hizo su propia línea de muebles de cartón, imaginate…¡1969! A partir de ahí surgieron numerosos diseñadores por todo el mundo. En nuestro blog tenemos una sección que se llama “cartoneros por el mundo”, donde pueden ver los enlaces a otros países.
D: Una reflexión final…
AF: Somos nosotros los que podemos hacer el cambio para dejar a las futuras generaciones un planeta que puedan disfrutar. Y no hay que hacer demasiado para ello, simplemente tomar conciencia y poner en práctica las 3R: reusar, reciclar, reutilizar. Por ejemplo, apoyando y comprando productos como los de Cartonera.
Contacto:
Almudena Frutos Juárez
(0054) 11 5433 6595
http://cartoneradesing.blogspot.com.ar/
https://www.facebook.com/CARTONERAdesing
Almudena Frutos en plena tarea creativa
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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