Encuentros fortuitos
Deco & Diseño
Arquitectura y escultura se amalgaman en Assemblage, proyecto que nació del encuentro del arquitecto Carlos Abrecht y el artista Ralph Bernabei, a exponerse en mayo en L’ Isle sur la Sorgue, Francia
Por Martina Pérez
“All things are imperfect . All things are incomplete”.
Banda sonora: The Pilgrim de Abdullah Ibrahim
“El azar o la necesidad ha hecho que dos personas se hayan encontrado. Uno, artista americano de Nueva York; el otro, arquitecto de Colonia del Sacramento, Uruguay”, escriben el curador Jesús Martínez Clará y la Galeria Horizon al referirse a Assemblage, el proyecto que estos “ciudadanos del mundo”, como ambos se autodefinen, crearon juntos y que se expondrá en mayo en la muestra Architecture et Sculpture de la Fundación Villa Datris en L’Isle sur la Sorgue, Francia.
“Isidore Ducasse ‘Compte de Lautréamont’ fue el primero que valoró la estética de los encuentros, de los objets trouvés. Propuso el encuentro más disonante y famoso de la historia del arte cuando escribió la famosa frase: “Bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas”. Por cierto que también era de Uruguay, murió en Paris. La historia es caprichosa y ahora, el azar o la voluntad ha hecho que la arquitectura de Carlos Abrecht se haya encontrado fortuitamente, en un rincón del mundo, Sant Miquel de Colera, con la escultura de Ralph Bernabei”, prosigue el curador.
Naturaleza. Orgánica. Intuición. Caos. Estética. Son algunas de las palabras para hablar de la arquitectura de Carlos Abrecht, residente en Colonia del Sacramento hace más de 20 años. La altura, la verticalidad y sus proporciones hacen reconocible su estilo. “Entendí que las posibilidades de formas y relaciones espaciales son infinitas cuando te sales de lo que conocen como geometrismo y se entra en el mundo ‘inconmensurable’, de lo orgánico, que se lo denomina amorfo, ambiguo, caótico. Una sabiduría intuitiva, imaginaria, sensitiva…”, quien ha llevado estas ideas al Proyecto y a sus obras en general.
Egresado en Buenos Aires, 1980, fundó junto a un grupo de compañeros el estudio de arquitectura GAG (Güiraldes-Abrecht-Goñi, 1980). De inmediato surgieron varias obras, la mayoría casas de familias en la zona de San Isidro, estancias y locales comerciales.
Abrecht ha desarrollado un lenguaje propio desde la que considera una de sus primeras hazañas, el proyecto para el concurso Shinkenchiku (Abrecht-Nibeyro-Baily, 2001), donde a partir de una escultura de Baily diseñó su maqueta con corteza de álamo. “Mi intención es inspirarme en la naturaleza tanto como yo pueda. Art imitates nature as well as I can. Difícilmente el resultado sea una idea pura, están las intervenciones que pueden ser desde el cliente, los materiales, el entorno…”.
Desde entonces explora el diseño a partir del espacio, su entorno. “Todo espacio es arquitectura. La naturaleza es arquitectura que te envuelve. La tierra me da mensajes. Yo tengo que caminar y estar en el lugar de mi obra… Intuición”.
Esa predisposición o sensibilidad lo condujo a imaginar Dalles au Vent sentado en su casa en la Costa Brava, mirando el Mediterráneo. “Al Pasar un velero con sus velas desplegadas se me ocurrió inclinarlos 90 grados. De ahí surgió la inspiración para crear la casa de mis sueños” .Tiempo después Abrecht fue a una exposición del escultor Bernabei, residente en Sant Miquel de Colera. “Me gustaron mucho sus obras, tenían mucho de arquitectura. Despertaron una chispa en mí. Eran formas amorfas sin geometría, despojadas. Y a él le pasó algo similar con mi proyecto, le gustó porque tenía algo de escultura”, cuenta Abrecht, a quien luego le llegó un mail del escultor invitandolo a participar en Villa Datris.
Así nació «Assemblage A B 1 Transit Center” , concebida como una estación de metro.
Montaje de “Assemblage A B 1 Transit Center” en Plaza Independencia, Montevideo
Sobre el Proyecto, tanto Galeria Horizon & J. M. Clará opinan que “ambos tienen estéticas bien definidas, el tiempo les ha otorgado un estilo. Y ahora sus obras se encuentran. Pero no con la disonancia del paraguas y la máquina de coser, sino con la armonía de lo que es semejante. Han descubierto el encaje de dos mundos, en los que hay más afinidades que diferencias. De ahí surge el Proyecto. Dentro del caos inicial del encuentro, empiezan a detectar armonías y encajes. Las obras de arquitectura de Abrecht tienen mucho de escultura, y las obras de Bernabei son esculturas que parecen construcciones arquitectónicas (…).
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“Despojarse de todo lo que es innecesario, focalizarse en lo intrínseco e ignorar la jerarquía material”
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En lo que suponíamos el caos de un encuentro inesperado se ha convertido en armonía. Si escucháramos a Abdullah Ibrahim con su tema The Pilgrim, su música sería la metáfora del encuentro: el inicio es un tanto disonante y dos diferentes estructuras musicales en competición, similar al Proyecto.
En los primeros momentos las obras navegan solas, luego, las dos estructuras musicales se encuentran, luchan, discuten y finalmente, llega la paz, se integran y armonizan en unas notas sublimes que navegan por el cosmos terrenal con buena percusión de fondo.
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MP: ¿Qué te obsesiona?
CA: La originalidad del proyecto.
‘All novelty is but oblivion’ (Nada es nuevo sino olvido), dijo Salomon
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«Todo este encuentro, permite la penetración de una obra en la otra y se convierte en la actual propuesta para la entrada de una central de metro. Las propias líneas de fuerza angulosas de la techumbre escultórica, los acabados en ángulos cerrados y la base más estable son una buena alegoría de lo que es una estación de metro: estable y con líneas rápidas y dinámicas propias de una cultura acelerada, demostrativa, simple y comunicativa».
Sobre Abrecht
“La obra (Dalles au Vent) captura y distribuye el pasaje del viento marino. Enfoca y persigue a la luz, dominando los claroscuros. En el aspecto formal despliega lo femenino con sus curvas y lo masculino con un plano vidriado penetrándolas audazmente. En la dosificación de esos tres conceptos -viento, luz, forma- radica la genialidad de la obra”.
~~S A R A P A C H E C O~~
“Comunicar pensamientos a través de la materia expresa en Dalles au Vent un entramado de energías interactuando en un continuum en el que los movimientos de agua y aire se incorporan al conjunto escultórico surgente desde un soporte terrenal
tan vivo que insufla al despliegue de las henchidas losas. Su autor es poseedor de una mirada atenta, alentada por la curiosidad original nunca perdida, las cuales sostienen su permanente ejercicio del disfrute que abarca desde lo más pequeño, jamás simple, brindado por la Naturaleza, hasta la más compleja producción cultural”.
~~ARQ. ANA LUCÍA LLORENTE~~
“A medida que evoluciona, su arquitectura trasciende el contexto cercano y sus límites se extienden más allá del marco territorial. Su propuesta absorbe gestos de belleza, se vuelve más despojada, más transparente, más poética. Ejemplos de esta parte de su creación son el trabajo para el Concurso del Museo en Egipto o su más reciente creación Dalles au Vent”.
~~ARQ. RAMÓN MARTINCHICH~~
Shinkenchiku, 2001
Trabajo para el Concurso del Museo en Egipto (Abrecht-Nibeyro-Margoniner-Müller), 2002
Casa Abrecht- Nibeyro (2001)
Casa Huertas 2010
Casa Gordón (2013)
La casa esquina en el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento (2010) “BOCA DE LA VERDAD”
La Masia “Trull” MOLINAS en España (2012-2014)
Contacto:
Carlos Abrecht
arquitecto@carlosabrecht.com
www.carlosabrecht.com
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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