A la vanguardia de la ciencia
Vestir: una pasión
Un nuevo concepto textil se desarrolla en Montevideo de la mano de Margot Ferreira
Por Dolores de Arteaga
Que la diseñadora del vestuario de Narnia halague un vestido que llevamos puesto, no es cosa de todos los días. Y más todavía, si la que diseñó ese vestido es una misma. Ese acontecimiento inverosímil le pasó ni más ni menos que a la diseñadora textil uruguaya Margot Ferreira, creadora de la marca Madame Hibou: “Cuando le dije a la diseñadora de Narnia que el vestido me lo había hecho yo, enseguida me respondió: ‘¡Tenés que estudiar diseño!’ Y esa frase fue el detonador de mi nueva carrera.”
Margot Ferreira está empapada de conocimientos científicos, de eso no hay duda. Es bioquímica. Asimismo, la moda siempre le gustó mucho. Estudió Diseño de moda en la escuela Peter Hamers de Montevideo. No hace mucho juntó sus dos pasiones y creó Madame Hibou, una marca de indumentaria donde se vincula la ciencia y la moda. Una tendencia vanguardista, seguida por varios diseñadores a nivel mundial. Es que hoy la moda va más allá. Hoy la moda es arte. Es ciencia. Llega hasta donde nuestra imaginación nos permita volar.
Durante 11 años trabajó como investigadora científica en el departamento de Neuroquímica del Clemente Estable. “Empecé a estudiar moda como hobby. Estudié diseño trabajando como científica en el Clemente.”
A partir de que sus estudios de diseño llegaron a su fin, sus dos carreras quedaron unidas para siempre: “Las dos profesiones tienen la creatividad presente”, comenta Margot. Y en ambas sobresalió. En 2009 había ganado una beca en el Instituto Pasteur de París: “Es que soy así en todas mis cosas de la vida, voy para arriba.” En cuanto a la moda se refiere, se presentó a un concurso de diseño en Europa y quedó entre las primeras doce finalistas: “El tema era libre para la colección y presenté un portfolio que se llamaba Los velos de la memoria. Era un colección que estaba inspirada en la morfología neuronal, las neuronas espejo que están vinculadas a la empatía del ser humano.” Le pagaron el viaje a España y obtuvo el primer premio. A su regreso tuvo que elegir a qué dedicarse a tiempo completo: “Dije: ahora o nunca. Y decidí dedicarme exclusivamente a la moda. Fue todo un duelo dejar la ciencia, pero las dos juntas me requerían mucho trabajo”, dice Margot.
Está casada desde hace 14 años. Es mamá de Ana Paula (12) y Florencia (7). Viajar en familia es algo que hacen con frecuencia y que disfrutan mucho. Hoy en día se puede decir Margot está abocada a su familia y a su Madame Hibou, que cobró vida en mayo de 2014.
Dolores: Contame cómo fueron los comienzos de Madame Hibou…
Margot Ferreira: Me presenté a la red de inversores de la Universidad de Montevideo y cerré con uno de ellos como socio capitalista. Los inversores ven el emprendedor que está detrás del proyecto, y creo que todo está en la pasión que le ponés. Fue un proceso larguísimo pero valió la pena.
D: Madame Hibou marca. ¿Qué propone?
MF: Madame Hibou es una marca de indumentaria donde todas las colecciones están inspiradas en el mundo de la ciencia. Todos los bordados, texturas y cortes salen de una inspiración científica. Contamos con el aval del Instituto de Investigaciones biológicas Clemente Estable y también con el de la UNESCO. Cada vez que vamos a lanzar una nueva colección nos reunimos con los científicos del Estable y hacemos todo un trabajo en equipo. Vemos cuál es la línea de investigación y el tema a divulgar. Ahí empezamos a tomar imágenes del microscopio o de lo que sea para elaborar las colecciones. Los científicos después se encargan de los contenidos, que sean rigurosos pero que no sean largos y aburridos.
También la marca apunta al consumo responsable y no de moda rápida, son prendas de muy buena calidad. Apuntamos a la mujer desde los 25 hasta los 60 años aproximadamente.
D: Hasta ahora sacaste tres colecciones. Contame sobre la inspiración científica de alguna de ellas.
MF: La primera colección fue inspirada en la vida de Clemente Estable, en unos preparados que hizo él hace como 100 años. La segunda colección fue con el departamento de cirugía celular, ellos me dijeron que les encantaría participar, y ahí surgió la colección Donde vive la felicidad, inspirada en los mecanismos que generan bienestar en el ser humano. En la tercera y última colección quise salir un poco de todo lo neuronal (risas), y la llamé We Care, inspirada en una línea de investigación que estudia la preservación de la genética de las especies en extinción, como el venado de campo y todo lo que es vegetación. Me basé en la competición de parte de los animales por la vegetación. Hay muchos mitos y la verdad es que se ha demostrado que el venado de campo convive con las vacas y no compite con ellas por el alimento ni tampoco le transmite enfermedades. Hay toda una campaña de concientización por los pocos venados que quedan.
D: ¿Cómo es la colección de este otoño-invierno 2015?
MF: Es una línea súper clásica con cortes súper finos, en la cual los tejidos son los que tienen la inspiración y después hay otra parte que tiene color pero tampoco demasiado. La marca apunta a una moda atemporal, o sea que no está regida solo por las tendencias. Sí es verdad que hay ciertas vedettes dentro de la colección que tienen ciertas pautas; una de esas pautas son los colores, como el verde militar que se viene para la temporada, el azul Francia… Si bien la colección tiene un touch de tendencia, la idea es que la prenda se pueda usar siempre.
D: ¿Se puede salir de Madame Hibou vestida de pies a cabeza?
MF: Sí. Además el espacio se llama Madame Hibou Maison y tiene otras marcas justamente para darle al consumidor una propuesta integral que no solo sea indumentaria: Je Suis; Cushiz; María Lasarga Joyería Contemporánea; Little Workshop; Les Pochettes de Julie; y la última incorporación fue Atómico – Laboratorio de diseño. También tenemos un rinconcito de café orgánico.
Contacto:
MHM
Dir. Arocena 1649 Local 003, Esq. Schroeder
Mail info@madame-hibou.com
MadameHibou/facebook.com
www.madame-hibou.com
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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