Por Dolores de Arteaga

Me atrevo a decir que toda madre querría tener fotos de sus hijos tomadas por la lente de  Noni Symonds y Victoria Fox, codirectoras de Symphony, emprendimiento fotográfico que surgió en el 2012. Con mis hijos ya crecidos, miro sus fotos y me dan ganas de dar vuelta el tiempo atrás. Fotografías depuradas. Tiernas. Etéreas. Con una suavidad que traspasa la imagen. Un dejo del estilo de Anne Geddes se cuela en sus fotos, pero sin caer en el surrealismo que, a mi parecer, es la base de la fotógrafa australiana. Algo queda claro: uno difícilmente pueda permanecer indiferente ante las imágenes de Symphony, tomadas siempre con luz natural.

Estuve charlando con Noni Symonds, con quien hicimos un breve recorrido por sus vidas y su amor por el mundo de la fotografía. Noni  (38) es mamá de Trini (11), Guillermina (8) y Carmela (4). Victoria Fox también es mamá de tres: Clara (10), Manuel (7) y Félix (2). Me cuenta Noni: “Mamá me dijo que a mis 10 años le pedí una máquina de fotos de regalo de cumple…. Era chiquita, finita y con rollo”. Su amistad con Vicky se remonta a los 12 años, y desde hace mucho tiempo comparten, además del hobby de la fotografía, el grupo de amigas. “Vicky es abogada y trabaja todo el día en eso. Yo estudié Administración de empresas y empecé a trabajar en el rubro financiero a los 18 años hasta hace que arranqué con Symphony”, agrega Noni.

La formación de ambas socias amigas está en continua efervescencia. Los cursos básicos de fotografía los hicieron en Uruguay. Después siguieron cursos online con fotógrafas americanas. “El año pasado nos fuimos a hacer un curso en Chile, específico para bebés recién nacidos hasta los 15 días de vida. Fue una experiencia divertida, porque las profesoras (dos argentinas) son unas genias en lo que hacen. La verdad, uno nunca deja de aprender”, concluye.

Noni me cuenta que les costó bastante encontrar el nombre del emprendimiento, pero que  finalmente fue más fácil de lo esperado: “Jorobando con nuestros apellidos, no me preguntes cómo salió Symphony: una mezcla entre la fonética de Symonds y Fox.”

Si bien el sello de Symphony son bebés y primeros años de vida, igualmente Noni y Victoria no se acotan en edad a la hora de tomar fotos, así como también retratan familias enteras: “Límite no hay. Si viene una familia con la hija más grande de 20 años y un bebito, le hacemos la sesión”, me dice Noni.

Las sesiones demoran como mínimo dos horas y media, siempre dependiendo del bebé. “Hay bebés que los posás, los cambiás, pero que nunca se despiertan. Hay veces que no es así, que están incómodos y lleva más tiempo. ”

Dolores: Fueron las primeras en Uruguay en hacer este tipo de fotografía. ¿Cómo surgió todo?

Noni Symonds: Hace años que con Vicky hacemos cursos de fotografía. En algún momento, surgió la posibilidad de hacer fotos de niños y de bebés recién nacidos. Pero siempre lo íbamos postergando porque ambas estábamos embarazadas y trabajando en nuestras profesiones. Empezamos a ver que en otros países, sobre todo en los de Centro América y en Estados Unidos, estaba súper de moda la fotografía en embarazadas y en bebés. Ahí comenzamos a pensar en hacerlo acá, ya que era algo que nos gustaba. Ya teníamos el conocimiento de cómo manejar bebés y arrancamos pidiéndolos prestados a amigas para ir probando, ¡y quedamos copadas! Igual hoy vemos las fotos que sacamos al principio y nos matamos de risa, porque no habíamos hecho cursos de cómo manejarlos ni tampoco los tutoriales especializados en las distintas posiciones.

D: La onda Symphony…

NS: Tú mirás la imagen y como que tiene un color pastel, un romanticismo, un estilo que es difícil de definirlo. Para mí son una ternura las fotos que hacemos y tratamos de sacar lo más lindo de cada niño. A los bebés recién nacidos hay que saber apreciarlos, sus manitos, sus arrugas, los pelitos. Para mí son sus características y hay que saberlas ver.

D: ¿Sus familias tienen fotos Symphony?

NS: Te cuento que cuando empezamos a mi hija más chica no se las llegué a hacer porque ya no era una beba, pero cuando Vicky tuvo a Félix ya Symphony existía entonces le dije: “A este lo agarramos de bien chiquito, salís del sanatorio y me instalo con todo.”  Fue la peor sesión de fotos del mundo, ¡creo que sacamos solo tres! (risas). Después de esa mala experiencia que tuvimos con Vicky nos propusimos hacer un festejo cada fin de año; entonces todos los diciembres, después de que cerramos la fecha de sesiones, nos hacemos una sesión entre nosotras con un asadito y una sesión de fotos familiar cada una.

D: Creatividad y paciencia. Me imagino que son dos puntos fundamentales en este trabajo.

NS: Sí. El posar al bebé de determinada forma, el ángulo para captarlo, los conjuntos que le ponés, todo es mucha creatividad. Siempre digo que sacar la foto es arte; nos pasó haciendo cursos que sobre la misma foto no había una igual a la otra, ahí está la parte de cada una. Y de esa misma manera, nunca va a haber una sesión igual a la otra.

Si no tenés paciencia no podes hacer este trabajo, ¡ni una foto de la sesión! Hay que tener paz porque a veces los bebés empiezan a llorar, quieren comer; estás lidiando con mamás primerizas y otras que no, pero que vienen con otro hermanito que a veces está celoso y está sacando lo peor de sí. A nosotras nos encanta y lo disfrutamos, tenemos el temple para hacerlo.

D: Las fotos dejan ver que a ustedes les fascinan los bebés.

NS: Sí. Al principio, cuando arrancamos con esto mi hija más chiquita ya tenía 1 año y medio y a mí me traían bebés recién nacidos que tienen esas características tan especiales que me encantan, y cuando llegaba a casa después de cada sesión le decía a mi marido: “Muero por tener otro bebé”, y él me decía que me tranquilizara o que cambiara de rubro (risas).

D: En un mundo con tantos estímulos, ¿dónde se inspiran?

NS: Por Vicky no te puedo contestar, porque es algo personal. Me encanta ver los colores de la naturaleza, el otoño, vas mirando por la calle y empezás a pensar qué ganas de hacer sesiones más del estilo de las estaciones. O sea, no tengo una fuente directa de inspiración y a veces se me pira la cabeza en algo que ni yo lo puedo creer. Vas al Súper a hacer el surtido y tal vez vea una fuente divina que la termino usando para poner un bebé adentro; me pasó que también en un galpón encontré un balde de lata y lo terminamos lavando, pintando y nos quedó divino para una sesión.

D: Sí, hay que salir al mundo porque todo inspira.

NS: Además tenés que irte renovando. Por ejemplo, tenemos a una clienta que ya vino tres  veces a hacerse fotos; tiene tres hijos y quiere las mismas fotos siempre pero al mismo tiempo quiere otras cosas. Y nosotros mismas hay cosas de las que nos aburrimos, por ejemplo, tenemos unos materiales de trabajo que cada tanto guardamos y lo volvemos a sacar más adelante.

D: ¿Symphony también tiene temporada alta?

NS: Sí, tenemos. Yo me dedico a manejar la agenda. ¡Noviembre y diciembre es una locura! Los hermanos de los bebés están terminando las clases y los papás tienen más horas disponibles. También pasa que a muchos les regalan las sesiones por Navidad. Febrero y marzo también son otra locura, ya que vienen de las vacaciones y están todos lindos y quemados (risas), entonces la familia aprovecha. También tenemos más horas de luz natural; para nosotras la luz es todo. No usamos flash ni focos. Es que directamente no  tenemos porque no nos gusta como queda la foto con luz artificial, y también porque no nos gusta exponer al bebé a esas luces.

D: ¿Qué tal el equilibrio entre la familia y el trabajo? Porque cuando algo apasiona…

NS: Tratamos de no sobrepasarnos, para no perder el disfrute de las sesiones, de las ediciones. Y eso se ve reflejado en el producto final, en el estilo de Symphony. Yo sé que hago las sesiones hasta un determinado horario, cuando mis hijas están en el colegio. A veces me divierte quedarme hasta tarde de noche editando tranquila.

D: ¿Cómo se ven a futuro?

NS: Es difícil proyectarnos a crecer mucho. Hoy en día hacemos todo nosotras dos: sacamos las fotos, hacemos la edición y entregamos el producto final. Poner a otra fotógrafa implicaría buscar a alguien con nuestro estilo y que edite como nosotras, y no es algo mecánico que se logre fácilmente.

D: ¿Qué te deja un día de trabajo?

NS: Yo lo que más rescato es que es mi trabajo y lo sigo disfrutando día a día. Me apasiona y digo:“¡Qué bueno, hoy tengo mi sesión de fotos!” Manejo mis tiempos, es muy enriquecedor y comparto algo tan importante con esa mamá que viene a la sesión, como es la llegada de un hijo.

Contacto:
Symphony
Mail symphonyuy@gmail.com

Noni Symonds y Vicky Fox

¿Qué opinás?