Esos vestiditos de cumple como los de antes
Vestir: una pasión
Etérea. Vaporosa. Romántica. Así es Sister’s Crown, una nueva marca de ropa de niñas, creada por las hermanas María y Marcela Dotti
Por Dolores de Arteaga
María y Marcela Dotti veían que en Uruguay escaseaba la ropa de niña que pareciera realmente de niña. Ropa que sobrevolara la moda. Que permitiera, en lo posible, volver el tiempo atrás. Una propuesta que valorara los buenos géneros. Las puntillas. Los cuellos románticos. Las espaldas de tirantes cruzados. Los volados protagonistas. Por eso, esta temporada primavera/verano concretaron un sueño. Le dieron vida a Sister’s Crown, un emprendimiento textil que superó sus expectativas.
María vive en Punta del Este, tiene 32 años, y es mamá de Jacinta de 4 y de Juan Juan de 2 años y medio. Marcela, de 38 años, es mamá de Jerónimo de 11, Juana de 8 y Alfonso de 5. Ambas hermanas nacieron en Montevideo, pero vivieron once años en Paysandú. “Somos cuatro hermanos en total, además están Soledad y Alejandro”, agregó María, a quien tuve el gusto de entrevistar.
Marcela y María deseaban crear una marca de ropa para niños. Y al fin se concretó: “Yo estudié Diseño e Indumentaria en la UDE”, comenta María. Y sigue: “Tuve una marca propia, María D, que después le cambié el nombre por Mariucha. Desde hace tiempo ayudo a mi otra hermana Sole con su marca Sole Dotti, vendiendo zapatos y carteras. Marce fue varios años maestra de inglés y desde hace un tiempo que estaba sin trabajar. A ella siempre le gustó mucho la ropa de niñas y a mí más la ropa de grandes. Pero cuando fui mamá de una hija mujer, se me despertó el bichito de la ropa de niñas, y ahí me dije: ‘¡La quiero hacer ya!’”. Y así fue que Marce y María se asociaron y empezaron a trabajar juntas.
La impronta era clara. No había dudas. “Hacer esos vestiditos de cumple como los de antes. Hoy en día mis sobrinas van con vestidos con cuellito y manguita de princesa; por ahí no conseguís eso. Hay mucho brillo, mucho tul.”
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“Hoy en día mis sobrinas van con vestidos con cuellito y manguita de princesa; por ahí no conseguís eso. Hay mucho brillo, mucho tul”
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Las dos hermanas se complementan a la perfección. Y, por suerte, coinciden bastante en el gusto. Marcela es súper tranquila y buena administradora de sus tiempos. Los detalles, la fallas en las telas y las terminaciones, quedan bajo la mirada experta de Marcela, quien con gran minuciosidad observa y palpa prenda por prenda, haciendo las veces de controladora de calidad. María es más rápida y más práctica: “Tengo pocas pulgas”, agrega.
En cuanto a la calidad, no hay dudas que eligen todo de primera línea. Entre los géneros que usan se encuentran los linos, los algodones, importados de Brasil y Argentina. Materiales nobles, etéreos. Para ellas, los detalles hacen la diferencia. A un vestido básico, le agregan una linda cinta de terciopelo. “El elástico, por más que esté dentro, nos gusta que sea lindo, floreado. Eso suma a la prenda, así como también una linda etiqueta”, dice María.
“No seguimos ninguna tendencia, nos guiamos por lo que nos gusta”, aclara María. La paleta pastel, los neutros y los tonos azules son sus referencias. No usan colores fuertes como el naranja, el amarillo, así como tampoco colores que brillen.
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“Entre los géneros que usan se encuentran los linos, los algodones. Materiales nobles, etéreos. Para ellas, los detalles hacen la diferencia”
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En esta primera colección se pueden encontrar vestidos, jumpers, shorts, blusas y polleras. Los talles van del 2 al 10, aunque si les piden más chicos o más grandes los hacen a medida. María agrega: “En un futuro queremos hacer accesorios, pero quisimos arrancar tranqui. Tenemos como treinta modelos diferentes. ¡Desde que arrancamos fue tan grande la demanda! ¡Nos sacan de las manos los vestidos! También nos surgen ideas constantemente, y eso hizo que la colección se fuese expandiendo (risas). Nos gustaría que las niñas se puedan vestir enteras de nuestra marca.”
Cuentan con un lindo equipo que les trabaja. Pero su mamá es un gran pilar. Les cose los cuellitos, los botones, da las terminaciones. A mí me hacen acordar a los oficios de antes, donde se involucraba toda la familia; una tradición que por suerte todavía se mantiene en algunos lugares del mundo.
María está en todo. Diseña, vende, maneja las redes, toma fotos, arma las producciones fotográficas y peina a las “modelos” con una estética romántica, sin florituras, mostrando un amor y un disfrute total por lo que hace. Entre las modelos se encuentran su hija Jacinta, además de Juana, la hija de Marcela, y Manuela, otra sobrina. “Tengo que sacar cien mil fotos para que quede buena una. Al principio Jacinta posaba feliz. Ahora, me viene venir con los vestidos y me dice: ‘Vestidos de modelos no, mamá’, y sale corriendo. A ella para los cumples le gusta otro tipo de ropa, porque lo mío lo asocia con trabajo.”
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Su mamá les cose los cuellitos, los botones, da las terminaciones. Me hacen acordar a los oficios de antes, donde se involucraba toda la familia; una tradición que por suerte todavía se mantiene en algunos lugares del mundo
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En un tiempo no muy lejano les gustaría hacer alguna línea para hombres, que es algo que les piden mucho. Así como también crear una tienda web y poder llegar a todas partes, que es el futuro palpable.
Mirar lo que hacen estas dos hermanas me produce un gran placer visual. Un producto tan cuidado estéticamente. Hecho con tanto amor y dedicación. Me dan ganas de mostrarlas en cuanto las descubro. Porque siento que nuestro país puede despegarse de la media. Me enorgullece. Me siento “parte de”. ¡Felicitaciones!
Fotos de María Dotti: Olivia Pérez
Fotos de colección: Gentileza de Sister’s Crown
Contacto
Sister’s Crown
María Dotti
maria.dotti@gmail.com
Fb Sister’s Crown
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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