Que nuestros deseos navideños permanezcan en el “mientras tanto”
LC en Portones
Nuestra lista de deseos personales. Algunos de ellos quizás los encontremos en nuestro árbol; otros los llevaremos dentro y los buscaremos los 365 días del año
Por Martina Pérez
Mi primer recuerdo cuando pensamos esta nota de deseos de Navidad fue un Año Nuevo en casa de mis padres, hace un par de años. Estrenábamos esos globos chinos de papel blanco, que llevan una vela en el interior y que, vistos en conjunto, parecen aguavivas suspendidas en un mar negro y profundo.
Antes de soltar nuestra “aguaviva” al aire, la consigna era que chicos y grandes escribieran sus deseos.
Creo que no hay ni que aclarar quienes fueron los que sin ningún titubeo se lanzaron a escribir, con dibujitos incluidos, su catarata de deseos.
Alrededor estábamos los grandes, un poco más indecisos. Más o menos tímidos, más o menos reflexivos. Hay que reconocer que las bebidas espirituosas ayudaban.
Entre los adultos, algunos optaron por aquellos que –todos coincidimos- no pueden faltar: Salud, Amor, Paz; apostando a que luego, el globo se las ingeniería en descifrar y lograr su cometido.
En lo personal, se ve que estaba muy apegada a mi deseo, porque quise dirigir al redondo un poco de más y, con algo de vergüenza, competía por espacio en blanco entre los niños. No fuera cosa que este globo salvador se perdiera sin destino, o se quedara atascado en un altísimo pino, como efectivamente pasó y casi hubo que llamar a los bomberos. Pero esa es otra nota.
La cuestión es que entre las palabras escritas sobre el globo se mezclaban el último modelo de IPad, championes para correr, pedidos de diversión de verano, más tiempo con familia y amigos, descanso, la remera del Barça o palabras gigantes como “Felicidad” o “Paz”, entre muchos otros deseos (concluimos que resultó mucho para el pobre globo y de ahí la explicación de su destino).
Como aquella esfera de papel, a continuación, desplegamos aquí nuestros deseos en esta Navidad. La insistencia es que fueran deseos bien personales y auténticos. No dejamos lugar a necesidades, exigencias y menos que menos, deberes. Tenía que ser algo que realmente nos pusiera feliz encontrar en nuestro árbol imaginario. Tanto regalos “de corazón” como regalos concretos (de “carne y hueso”) que si pudiéramos, quisiéramos hacernos a y entre nosotros, a nuestros seres queridos y a todo aquel que en verdad los desee.
A continuación, una lista de deseos escrita por quienes hacemos LC, para compartir con ustedes…
Dolores. «Como diría una amiga del alma: ‘No volemos más, no reflexionemos más sobre la vida. Volvamos a lo obvio’. Y creo que tiene razón. Hay que volver a lo esencial, si no, ¿de qué se trata la vida? Por eso en esta Navidad pido paz, estar rodeada de la gente que quiero y no perder nunca las ganas de reírme. Y ojalá que estas palabras no queden huecas a lo largo del año, sino que se llenen con la vida misma. ¡Salú!»
Gabriel. «Uno vuelve a nacer cada día. Cada día es una nueva oportunidad que nos da la vida para poder vivir cada uno de nuestros sueños. Mi deseo para este nuevo año es que cada persona pueda vivir ese pensamiento. Darse cuenta el valor que tiene su vida, que cada minuto que pasa no vuelve y que tenemos que aprovecharla y disfrutarla».
Olivia. «Nunca hice listas de deseos ni balances de fin de año. Por eso cuando me pidieron que pensara un deseo no material, tuve que realmente pararme a pensar. Y en ese instante, me di cuenta que lo que quería era eso: parar. En un mes en donde todos estamos a la corridas, recuerdo la frase de Mafalda: ‘Paren el mundo que me quiero bajar’. Siento que todos estamos en lo mismo, por eso mi deseo para el próximo año, pero sobre todo para esta época, es poder conectarnos con las cosas simples de la vida, sin tanto apuro, sin prisa pero con pausa».
Daniel. «Mi deseo es sumar momentos de bajar un cambio y disfrutar en familia».
Rosina. «Me encantaría regalarme y regalar a mi familia, amigos y todo aquel que lo necesite, la capacidad de marcar la diferencia para que quede una buena historia que contar. Hay un texto que lo tengo muy presente, no sé quien lo escribió pero sí habla de un regalo, un regalo para el ALMA que sin duda marca una diferencia. El texto dice así: ‘Te regalo un lápiz para que escribas lo BUENO de hoy, un borrador para hacer desaparecer lo malo, una liga para que recuerdes lo flexible que puedes llegar a ser, una curita para que cubras tus heridas, un té para que te des un descanso y unos minutos de reflexión…’”
María José. «Lo que deseo (y me encantaría poder regalarle a otros) es paz interior. La idea de felicidad o éxito es muy personal y siempre relativa. Mucho o poco depende de quién haga el balance. Por eso, lo que siempre deseo es llegar a estar en paz con uno mismo. Si a eso le sumo algún proyecto en la mira –que implique motivación- se completa el regalo perfecto para este 2017».
Verónica. «A la hora de pedir un deseo, me viene una sola cosa a la cabeza: armonía. En todo sentido, familiar, conmigo misma, con los amigos, con la naturaleza, con el otro. En fin eso. Creo que ahí viene la paz».
Martina. «Mi deseo para Navidad y para los restantes 364 días del año, es que todos tengamos en cada instante de la vida, la capacidad de discernir. En una época en que estamos tan bombardeados por el afuera, quisiera que nos regaláramos la fuerza y la claridad necesarias para poder alejarnos de lo falso y lo que nos hace ruido. Para elegir aquello que nos de paz. Y desde esa paz activamente buscar, identificar y defender siempre, en lo grande y en lo pequeño, la Verdad, la Belleza y la Alegría… Que están ahí y que tantas veces no vemos».
Karen. «Para estos tiempos que corren, se me ocurre pensar en una sola cosa; AMOR, que reine el amor en todas sus versiones y colores, porque al fin y al cabo, si todo lo hacemos con amor, las consecuencias no pueden ser otras que las mejores»!
… Y ahora, los regalos virtuales que nos hicimos en LC. Regalos que cada uno imaginó y eligió al detalle, sabiendo que en este caso, eran sólo fantasías, divirtiéndonos en el “mientras tanto”.
1. Bolso de playa, $ 199, Grandes Tiendas Montevideo (Verónica) 2. Auriculares Adidas OCX 685I SPORTS, US$ 59, Palacio de la Música (Martina) 3. Aceite Nuxe Huile Prodigieuse, $ 1.463, San Roque (María José). 4. Softair by Brasileras, $ 1.590, La Isla (Gabriel) 5. Traje de baño, $ 3.996, Caro Cuore (Dolores) 6. Conjunto ropa interior, $ 3.796, Caro Cuore (Rosina) 7. Libro Entre los Indios, $ 380, Libros Libros (Olivia) 8. Caja de herramientas, $ 655 (16 pulgadas), Mr. Bricolage (Daniel) 9. Ukelele de concierto, US$ 99, TodoMúsica (Olivia) 10. Vestido, $ 1.799, Hering (Karen) 11. Camisa manga corta y estampada, $ 2.190, La Isla (Gabriel) 12. Sábanas blancas línea Satén, 600 hilos, puro algodón egipcio, $ 6.190, Arredo (Dolores).
Créditos fotográficos: Foto de productos de Portones Shopping y foto apertura: Olivia Pérez; foto de globo: gentileza Andrea Fabini.
¡Feliz Navidad para todos! Quienes están del otro lado. Que se cumplan todos SUS deseos, desde los más insólitos e inútiles hasta los más profundos. Y mientras estos deseos no llegan, que se diviertan en el “mientras tanto”.
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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