“La mejor manera de entender las cartas Kesem es experimentarlas”
Cuerpo & Alma
Débora Serebrisky, médica especialista en Psiquiatría, nos cuenta acerca de un novedoso recurso terapéutico que acorta procesos y estimula la capacidad asociativa y evocativa
Débora Serebrisky
Por Martina Pérez
“La mejor manera de entender las cartas Kesem es experimentarlas”, asegura Débora, quien aplica con sus pacientes este fascinante recurso terapéutico y ofrece talleres a profesionales en Buenos Aires.
Me acuerdo de ese sábado, algunas semanas atrás, y pienso ¡qué razón tenía Débora! Nada como experimentarlas.
Aquella mañana me preparaba para ir a una sesión grupal de cartas Kesem, con grandes dosis de curiosidad pero también, tengo que reconocer, bastantes prejuicios. Había leído algo en Internet y confiaba mucho en la persona que me había invitado. Pero, al parecer, para mí no alcanzaba.
El hecho que fueran cartas automáticamente levantaba en mi cabeza toda una serie de barreras. Aun así, difundí la invitación entre conocidos, aquellos que consideraba los más abiertos e inquietos, aclarando de antemano que no eran adivinatorias ni tenían nada de esotérico. Respuesta cien por ciento negativa. Previsible, pensé.
Llegó el día en cuestión y allí estábamos, unas ocho mujeres, sentadas en círculo, alrededor de distintos mazos de cartas que Débora fue desplegando sucesivas veces, siempre con un punto de partida concreto como propuesta disparadora. La ronda, las ilustraciones, las historias de vida de cada una encubiertas a modo de cuento… Todo contribuía a sentirlo como un juego. Algo lúdico, liberador, compartido pero al mismo tiempo muy personal.
Entre risas y silencios, el miedo se fue disipando y apareció la creatividad. Las imágenes y las preguntas de Débora estimulaban nuestra imaginación. En medio de la sesión, varias veces me vino a la mente esa idea cada vez más difundida de “el arte sana” o “contar historias sana”…
Allí estábamos todas, sabiendo, quizás algunas más y otras menos, de que estábamos asociando, evocando, proyectando y respondiendo con todo lo que teníamos a nuestro alcance. Pensamientos y emociones, conscientes e inconscientes.
Martina Pérez: ¿Qué son las cartas OH?
Débora Serebrisky: Las Cartas Kesem son un novedoso recurso terapéutico. Dentro de este género de Cartas de Cuento Ilustradas, se encuentran las famosas Cartas OH. Las cartas asociativas Kesem son un método adicional a toda práctica psico-terapéutica o de coordinación grupal. Mediante la utilización de las mismas, se posibilita la estimulación de la capacidad asociativa y evocativa, y simultáneamente se incentiva la “invención fantástica” narrativa, enriquecida con recuerdos e imaginación.
MP: ¿Son adivinatorias?
DS: No son adivinatorias, no son cartas de tarot. Aunque «Kesem» en hebreo significa magia. Además, son las siglas hebreas de Cartas de Cuentos Ilustradas, que designan más de 50 mazos diferentes. Estas cartas ayudan a guiar la terapia en casos de crisis o estancamiento. ¿Por qué hablar de magia en psicología? Porque refleja el efecto que las cartas producen en los pacientes, el impacto de lo desconocido.
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““Las imágenes en las cartas se dirigen directamente a la intuición y los sentimientos, y a veces hasta saltean la comprensión racional, que filtra para nosotros las cosas que preferimos mantener alejadas”
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MP: ¿Cuál es su origen?
DS: Todo empezó en el año 1975, con la creación de algunos dibujos sobre cartas de juego, pintados por un artista canadiense llamado Ely Raman. Su meta era sacar el arte de las galerías y acercarlo a la gente. Como sabemos, el arte no es exclusivamente propiedad de los artistas o mero objeto de admiración de los conocedores de sus secretos. Ely, quien solía coleccionar cartas de juego, se sintió atraído por el proceso casual de extracción a ciegas de las cartas y de su interpretación espontánea en cada caso. En 1971, conoció las cartas de tarot, e inspirado en ellas diseñó él mismo un mazo de cartas que denominó “el tarot de Raman”. Ely le mostró las cartas a su vecino, el psicoterapeuta Johan Schlijter, quien las observó y le propuso que la terapia gestáltica sea la base del juego. Esto alentó a Ely a desarrollar y publicar las cartas como juego y como elemento terapéutico.
MP: ¿En qué casos están indicadas? ¿Existen contraindicaciones en algún caso en especial?
DS: No existen contraindicaciones para su aplicación. Hay mazos de contenido más abstracto para gente cuya capacidad de proyección y abstracción esté más desarrollada, y mazos más concretos para trabajar con pacientes a quienes les cueste más abstraer, e incluso con adolescentes y niños. Se aconseja su uso en el transcurso de cualquier abordaje psicoterapéutico, para facilitar y acelerar los procesos. Se han desarrollado actividades específicas para abordar temas como la autoimagen y autoestima, la comunicación y las dinámicas de parejas y familias, la depresión, crisis relacionadas con etapas vitales y cuestiones de género, etcétera. El mazo Cope es mundialmente utilizado en el abordaje de trauma psíquico por la doctora en Psicología Ofra Ayalón, profesional israelí quien ha intervenido en distintos escenarios catastróficos, tanto naturales (en el caso del Tsunami) como asociados al terrorismo (impacto psíquico de la guerra en Israel).
MP: ¿Cuales son sus beneficios?
DS: Trabajar con las cartas es divertido. Permite tanto al participante como al terapeuta, relajarse en el ámbito de la psicoterapia. Las imágenes en las cartas se dirigen directamente a la intuición y los sentimientos, y a veces hasta saltean la comprensión racional, que filtra para nosotros las cosas que preferimos mantener alejadas. Esta cualidad característica de las imágenes, permite despertar en nosotros reacciones que nos cuesta expresar en palabras, y eso es justamente lo que les otorga su cualidad “mágica”. Es frecuente que los pacientes lleguen al tratamiento habiendo pasado ya por tratamientos anteriores de modo que conocen la terminología, saben qué deben decir, pero eso no necesariamente implica que realmente sepan lo qué les sucede. Esta herramienta sirve para desestructurar el abordaje permitiéndole al paciente y al terapeuta sorprenderse como si fuera la primera vez que se aborda el tema en cuestión.
MP: ¿Existen distintos mazos o categorías? ¿Tienen, en tal caso, distintos fines?
DS: En la actualidad existen más de 50 mazos diferentes. Las cartas OH incluyen 18 mazos distintos, algunos con dibujos más concretos y otros con pinturas abstractas. Otro grupo de cartas, como las de Itzik, incluyen 23 mazos distintos. Hay para todos los gustos.
MP: ¿Cómo es una sesión?
DS: No hace falta preparación alguna. Se pueden utilizar en el marco de cualquier sesión de psicoterapia, tanto individual como grupal.
MP: ¿Requieren de un profesional?
DS: No necesariamente. Se pueden utilizar en diferentes contextos, con distintos objetivos. Si participa un profesional, se les puede sacar más jugo.
MP: ¿Son conocidas a nivel mundial? ¿Qué pasa en Argentina? Y en Uruguay, ¿alguien utiliza esta técnica?
DS: En Israel, Europa, Canadá y los Estados Unidos forman parte de la psicoterapia hace más de 25 años. En Argentina se presentaron por primera vez durante el Congreso Argentino de Psiquiatría, que se realizó en la ciudad de Mar del Plata en el 2006.
MP: ¿Das talleres de capacitación a profesionales?
DS: En Argentina se dictan talleres para profesionales con frecuencia semanal en Buenos Aires, y con menor frecuencia también en algunas provincias como Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.
MP: ¿Cómo te acercaste tú a ellas?
DS: Las cartas me fueron presentadas por Laura Landau, psicóloga argentina radicada en Israel hace muchos años.
MP: ¿Las aplicás contigo misma?
DS: Sí, a veces.
MP: ¿Cómo interviene la creatividad?
DS: Las cartas permiten introducir el uso de metáforas y símbolos, fomentar la narratividad y desarrollar la creatividad y la imaginación.
MP: ¿Crees en el arte o en la creatividad como una herramienta sanadora?
DS: ¡¡¡Por supuesto!!!
MP: ¿Qué conclusiones extraes de tu experiencia al aplicarla en otros?
DS: Una de las grandes virtudes de las cartas es que facilita el trabajo del terapeuta y permite que los participantes tomen contacto más fácilmente con sus conflictos. Pero a la vez, ayuda a reforzar los recursos de afrontamiento de cada individuo, si se usan desde un marco teórico de la psicología positiva.
MP: Algo que quieras agregar y no te haya preguntado…
DS: ¡¡¡La mejor manera de entender las cartas es experimentarlas!!!
Acerca de Débora
Al hurgar en la vida de Débora llama la atención el abanico de inquietudes de esta mujer de 49 años, que nació en Argentina pero se crió en Israel. “Tengo lindos recuerdos de mi infancia, muchos paseos al aire libre, campamentos y deportes. Siempre me gustó la música y el deporte: aprendí flauta y guitarra y todo tipo de deportes acuáticos: navegación a vela, remo y kayak, windsurf”, cuenta Débora, quien vino a Argentina a los 21 años con la intención de aprender español y literatura hispanoamericana, y terminó quedándose en Buenos Aires y estudiando medicina, además de literatura. Su destino dio un giro cuando, a punto de irse a Estados Unidos a hacer la residencia, conoció a su actual esposo y decidió instalarse en Argentina. “Tengo dos hijos maravillosos, que me enseñan mucho y con quienes disfruto enormemente: Ioni, de 20 años, y Gal, de 11”.
Débora es médica especialista en Psiquiatría de la Universidad de Buenos Aires, y experta en adicciones. Realizó la concurrencia hospitalaria en el Hospital Interdisciplinario “José T. Borda”, obteniendo una vasta experiencia en diagnóstico diferencial y atención de cuadros agudos de pacientes internados en el Servicio de Orientación y Evaluación, dependiente del Poder Judicial de la Nación.
Fue Presidente del Capítulo de Drogodependencia y Alcoholismo de APSA (Asociación de Psiquiatras Argentinos). Considera que uno de sus mayores logros a lo largo de su presidencia fue generar conciencia acerca de la importancia del tabaquismo entre los pacientes con enfermedad mental y adicciones, logrando que el nombre del capítulo cambiara a Capítulo de Drogodependencia, Alcoholismo y Tabaquismo.
Amante de la lectura, fue editora de la revista Sinopsis de APSA y Vice-Directora de la Edición Argentina de la Revista Iberoamericana Eradicciones. Actualmente es la editora científica de la Revista Psiquiatría.
Realizó entrenamientos en varias comunidades terapéuticas del país y en centros de tratamiento ambulatorio de las adicciones en Inglaterra e Israel. Se desempeñó como Auditora Interna de la Comunidad Terapéutica El Reparo y como Directora Médica de CASA Flores (Centro de Asistencia Social en Adicciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).
Actualmente es directora de NET21, centro para el tratamiento ambulatorio de pacientes con patología dual, e investigadora del Centro de Investigaciones Clínicas WM.
Contacto:
Débora Serebrisky
E mail: debora@netveintiuno.com.ar
Sitio web www.netveintiuno.com.ar
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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