“Me fascinan las vidas secretas que convierten a los conocidos en desconocidos”

Más de una vez escuché decir “cine era el de antes”, pero no estoy de acuerdo. Cine era el de antes y es el de ahora. Creo que lo que cambió es el ritmo de la vida y que esto trae implícito una nueva forma de encarar, entre otras cosas, el cine.

Por eso semanalmente quiero acercarles películas de ayer y de hoy. 

Esta vez le toca el turno a Hace mucho que te quiero (Il y a longtemps que je t’aime/2008), del escritor francés devenido en director de cine: Phillip Claudel.

Elegí esta película que vi en el Alfa y Beta de Pocitos en el 2009. Alguna fibra me tocó y me gustó tanto que se convirtió en una de mis películas favoritas. 

A partir de hoy, los textos irán de la mano de la periodista María José Borges, de vasta experiencia en este rubro y con quien me siento identificada en su mirada sensible y personal de las distintas manifestaciones del arte. Aquí va la reseña de Majo. Qué la disfruten.

Volver a vivir

Por Ma. José Borges

Toda la película gira en torno al por qué. Y esa pregunta es siempre un gran motor para avanzar. Cuál es la respuesta es algo que el espectador conocerá conforme pasen los minutos, pero el proceso vale la pena y tiene aire a obra maestra. La casa que protagoniza el film es un universo verosímil, tan querible y cotidiano que deja la sensación de haber vivido con sus personajes mucho más que una hora y media.

“Hace mucho que te quiero” (“Il y a longtemps que je t’aime”) es la historia de Juliette, una mujer madura que luego de pasar 15 años en la cárcel sin contacto con su familia, sale en libertad y es recibida por su hermana, Léa, quien le abre las puertas de su casa. Allí, entre niñas, un marido desconfiado y un abuelo silencioso, estas dos mujeres unidas por el lazo más fuerte deberán buscar la forma de dejar de ser extrañas, luego de tantos años de silencio. Juliette, por su parte, tendrá el desafío de reinsertarse en la sociedad, luchando con la soledad de su mente y con la historia que la precede. Volver a la vida, lidiar con el juicio y prejuicio de los otros, enfrentar los dolores familiares e indagar en el amor filial y fraternal son algunos de los obstáculos que derribamos junto con la protagonista.

La fuerza femenina es también protagonista en este film, en el que los niños juegan un rol fundamental y la construcción de personajes es casi perfecta. La cara visible de todos estos procesos es la gran Kristin Scott Thomas, esa actriz británica que vemos usualmente en películas producidas en Francia dado que vive allí desde hace varios años. Ella logra llevar en sus ojos, sus gestos y su misterio, el corazón de la trama.

En 2008 fue elegida por la crítica internacional como una de las 10 mejores películas del año. Fue escrita y dirigida por el francés Phillip Claudel, que es docente de guión y escribió varios libros antes de realizar su ópera prima en cine, que es este film concebido en la madurez. Una madurez que se ve reflejada en la historia.

¿Qué opinás?