Padres e hijos. ¡Sálvese quien pueda! Guía para firmar la paz sin rendirse. Sí, así de largo es el título de su último libro, el cual está escrito con mucho humor. El cuarto que escribe. En su historial se encuentran: El club de los modernos; Enfermos de modernidad y Ser feliz a los 40, también escritos desde el sarcasmo y la ironía, características que son su marca registrada.

Con ustedes, la escritora y comediante de stand up Claudia Panno…

Dolores: ¿Cómo definirías tu nuevo libro?

Claudia Panno: Mi nuevo libro Padres e hijos. Sálvese quien pueda trata con humor sobre cómo educar a los padres, que son los que venimos de una crianza autoritaria y creemos que en la libertad está la respuesta.

D: ¿Por qué la necesidad de escribir este libro? 

CP: Este libro nace de la necesidad de buscar respuestas sobre la mejor manera de educar a los hijos, donde todos patinamos, tratamos de copiar modelos anteriores o de innovar y también fallamos. Contempla los derechos del niño para que no salga torcido, los defectos de los padres y cómo disimularlos. También enseña a contestar con la verdad cuando los chicos nos preguntan: «¿De donde vienen los niños, de París o del Kamasutra?»

D: El nombre ya algo nos dice. Trata de la relación padres e hijos…¿Creés que hoy es un tema, o siempre lo fue?

CP: La educación siempre fue un tema, tal vez hoy está en boga justamente por la falta de ella.

D: ¿Tu intención era dirigirlo tanto a padres como a madres por igual?

CP: El libro está dirigido a madres y a padres, ya que están descriptos los papeles de ambos y se dan consejos a ambos de cómo perdonar los errores de sus progenitores y evitar cometer nuevos.

D: “Sálvese quien pueda”. ¿Quiénes creés que se tienen que salvar? ¿Los padres de los hijos, o los hijos de los padres? 

CP: Creo que nos tenemos que salvar todos, pero de nosotros mismos.

D: «Guía para firmar la paz sin rendirse”. ¿Te parce que es fácil darse por vencido, como padre?

CP: Sí, es fácil rendirse, tirar la toalla, por eso necesitamos una luz, una guía o un ser de otro planeta que nos de alguna pauta de cómo educar, cometiendo los menos errores posibles.

D: ¿Creés fehacientemente que hay una nueva generación de padres?

CP: Sí, hay una nueva generación de padres, pero no sé si es una buena noticia. En el pasado, había más garrote, menos diversión, pero tan mal no salimos. Parece que ahora nos corrimos del «No quiero que mi hijo sufra todo lo que yo he sufrido» para terminar en el «Ya no puedo con él».

D: Está escrito desde el humor…

CP: Pienso que desde el humor, la ironía, el sarcasmo, se pueden decir verdades que de otra forma no. Decía Borges algo así: «Si querés que algo llegue, decilo indirectamente.”

Mis libros son todos de humor y siempre son tomados en serio, porque denuncian y descorren velos. Los que se ríen es porque entendieron el mensaje.

D: ¿Por qué siempre escribís desde el humor?

CP: Escribo humor porque me divierto mucho. Para sufrir ya está la vida.

D: ¿Considerás que es difícil lograr la paz en la familia?

CP: En las familias no hay paz nunca, ni con hijos ni sin ellos. El ser humano es muy complicado y es criado para competir, por lo tanto no hay mucho de paz si se parte desde ese punto.

D: ¿En el libro te referís a los hijos en una determinada franja de edad? 

CP: Abarca a niños, desde el nacimiento hasta la pubertad. El libro es un ensayo comparativo de la crianza entre las décadas del ‘50 y ‘70 y la actualidad.

D: ¿Realmente creés que hoy día educamos con excesiva libertad? ¿A qué lo atribuís?

CP: Hoy educamos con mucha libertad, y eso se atribuye a la represión de donde venimos. Hay que encontrar el punto medio. O un plan B.

D: ¿Cómo definirías estos tiempos en que nos toca ser padres?

CP: Estos tiempos son coléricos, tremendos; pero no sé si en la historia hubo tiempos de paz. El mundo es y por ahora parece que será un lugar convulsionado.

D: ¿Es más difícil educar niños en el siglo XXI? ¿Por qué?

CP: Los padres del sigo XXI pasaron de ser un papá todopoderoso a ser un Papá Noel, el que extorsiona a través de regalos. Las madres trabajan y las abuelas también. Ya no son viejitas que tejen, sino que juegan al golf, manejan y tienen novio. Y las madres, por otro lado, quieren ser bellas y realizarse también profesionalmente. Por lo tanto, hay menos tiempo para dedicarles a los hijos, lo cual no es malo, siempre y cuando no dejen la educación en manos del televisor.

D: ¿Cómo ves a los niños del siglo XXI?

CP: Los hijos de este siglo están contaminados de tecnología, no dan mucha bola. Exigen, eso sí, por ejemplo ir de vacaciones adonde van sus amigos. Antes las vacaciones las planeaban los padres. Los chicos de ahora se aburren con facilidad, por eso necesitan linkear, chatear, mensajear, postear… Todo al mismo tiempo, yo digo: «Al pibe le falta estudiar y es Steve Jobs».

D: ¿Qué nos deja el libro?

CP: El libro nos deja esperanza, por supuesto, enseñanzas también, a través del humor. Nos da claves para dar en el clavo y criar hijos felices.

D: Y a ti, como escritora, ¿qué te dejó?

CP: A mi me dejó enseñanzas también, ya que tuve que investigar mucho para llegar a este libro. Y siempre me queda la sensación de que la gente se va a divertir, mientras descubre sus fallas y trata de repararlas. Lo más importante no es evitar equivocarse, sino reparar el error.

D: ¿Qué mensaje te gustaría dejarle a las mamás de hoy?

CP: A las mamás les diría que reflexionen sobre su manera de reaccionar frente a los conflictos de los chicos. La cólera y la explosión sólo sirven para descargarse. Lo único que enseñan los gritos es que la mamá es una buena soprano, que puede trabajar en la ópera.

D: ¿El libro se vende sólo en Argentina? 

CP: El libro se vende en toda la Argentina y esperemos que en los países hermanos también…

Contacto:
Claudia Panno
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Fb: Claudia Panno

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