“Me gusta dibujar cosas que en la realidad serían imposibles ”
Deco & Diseño
Entrevisté a Lucía Franco, ilustradora uruguaya radicada en Nueva York desde hace un año y autora de los dibujos que aparecen en La Citadina
Lucía Franco nació en el año 1980. Recién comenzaba una nueva década. Diez años de grandes y frenéticos sacudones para un Uruguay hasta entonces congelado y encorsetado por la falta de libertad. Y bien dicen que sin libertad no hay creatividad. Pero Lucía llegó al mundo cuando toda esa creatividad pujaba por liberarse, como un animal enjaulado, en distintos rincones de la cultura nacional. Tal vez sea ese espíritu, festivo, relajado, simple y delicado, el que selló la obra de Lucía y la volvió inconfundible. En sus diseños brota espontáneamente una imaginación sin límites. “Desde chica siempre fui muy inquieta y, por sobre todas las cosas, me encantaba dibujar y leer, hacer cosas con papeles, cartones, colores, retazos, y todos lo que encontraba por ahí”, comenta la ilustradora.
Esta taurina de 34 años licenciada en Diseño Gráfico, hace un año que vive en Nueva York con su marido y su hija Francisca de 2 años y medio. Es una ilustradora que conmueve. Ni bien la descubrí me enamoré de sus diseños, que tienen la capacidad de llevarnos a un mundo de sueños. Un mundo surrealista. Un mundo donde se respira cierta nostalgia que, lejos de provocar tristeza, ablanda corazones y es capaz de llenar de color y dulzura el día, alejando todas las nubes. Un mundo donde el tan comentado estilo vintage, deja su impronta de manera personal y única.
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“Me inspira un texto, las cosas que veo en la calle, las estaciones del año”
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Dolores: Tu historia como ilustradora comenzó cuando eras chica…
Lucía Franco: Sí, claro. Me encantaba dibujar, conocer la historia del arte, la literatura, el cine, todo. En mi caso el dibujo siempre fue mi lugar de encuentro, a través de él podía plasmar mis pensamientos, mis fantasías. Pasé etapas de amor y de odio con el dibujo, y hoy es mi vía de comunicación, mi lenguaje.
D: ¿Cómo definirías tu estilo?
LF: Naif, orgánico, inocente, delicado, un poco surrealista o mágico. Con muchos detalles. Me gusta inventar situaciones y dibujar cosas que en la realidad serían imposibles. Empecé a ilustrar así hace unos cinco o seis años.
D: ¿Fue difícil encontrar tu camino?
LF: Me costó mucho encontrar un camino que me convenciera y me gustara. Hoy me hace feliz lo que hago.
D: ¿Cómo te definirías profesionalmente?
LF: Detallista, exigente, sensible.
D: ¿Cómo te definirías como persona?
LF: Muy ansiosa, a veces complicada y buena persona.
D: ¿Qué es lo que te apasiona?
LF: Dibujar, un buen libro, una buena película, una rica comida, un viaje, ver crecer y disfrutar a mi hija. . . ¡La vida!
D: ¿Qué es lo que te inspira para ilustrar?
LF: Muchas cosas. Me gusta mucho analizar mis sueños. Hice mucha terapia y eso me ayudó. También me inspira un texto, las cosas que veo en la calle, las estaciones del año, muchas cosas.
D: No solo hacés ilustraciones, sino unas cajas en 3D que son de morirse…
LF: Las cajas son nuevas. Son un desafío porque quería salir del plano, son cajas con pequeñas historias . . . ¡¡¡Y me dan mucho trabajo!!!.
D: Ilustrás lo que querés y también a pedido. ¿Cuál de las dos preferís?
LF: Son cosas diferentes, muchas veces un pedido puede ser un gran desafío. Si no me gusta el tema prefiero decir que no, porque me cuesta mucho. Las dos cosas tienen su encanto.
D: ¿Por qué estás viviendo en Nueva York?
LF: Nos vinimos por el trabajo de mi esposo, Esteban Lussich y porque queríamos tener la experiencia de vivir en otro país.
D: ¿Cómo definirías a Nueva York?
LF: Una ciudad imparable, que por momentos es abrumadora, con muchos contrastes, personajes, colores, sabores. Nosotros vivimos en Brooklyn que es más familiero; en verano los niños juegan en la vereda y tenemos un parque espectacular muy cerca, todos los días descubrís algo nuevo.
D: ¿En dónde trabajabas antes de radicarte en Nueva York?
LF: Era directora de Arte en la editorial Eme, en Montevideo.
D: ¿Estás trabajando en NY?
LF: Mi principal trabajo en Nueva York es el de mamá, ¡que me encanta! Estoy trabajando como ilustradora free lance, ilustré un libro de poemas que se está por editar en México y cosas para Uruguay. Estoy produciendo mucho para exponer y empezar a hacer contactos en Nueva York.
D: ¿Tenés pensado volver a Uruguay?
LF: Sí, siempre. Seguramente a fines de 2015.
D: ¿Proyectos?
LF: Seguir creciendo, dibujando, disfrutando de mi familia. Seguir conociendo Estados Unidos.
D: ¿Algo más que quieras agregar?
LF: ¡Muchas gracias por la entrevista!
Contacto:
Lucía Franco
Mail: lucia.lucilda@gmail.com
www.luzdeluciernaga.com
www.instagram.com/luzdeluciernaga
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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