“La vida te responde solo por el hecho de estar vivo”
Cuerpo & Alma
El psicólogo existencialista Alejandro De Barbieri nos desafía a ser felices cada día, estando despiertos, siendo creativos, autotrascendiendo y haciéndonos cargo de nuestras vidas
Hace poco terminé de leer Economía y felicidad. Una vida con sentido (Fin de Siglo; 2012) y me dieron ganas de entrevistar a su autor, Alejandro De Barbieri. Su libro, que ya va por la octava edición, fue como refrescar en mi cabeza un libro que había leído hace muchos años, El hombre en busca de sentido (Herder, 2004) de Viktor Frankl, fundador de la Logoterapia. Ambos libros comparten el mismo hilo conductor, la búsqueda del sentido de la vida.
Recibido de psicólogo clínico por la Universidad Católica del Uruguay en 1994 y de logoterapeuta por la Fundación Argentina de Logoterapia Viktor E. Frankl en 1996, desde hace 14 años Alejandro De Barbieri (42) dirige el Centro de Logoterapia y Análisis Existencial (Celae) en Montevideo. Y esto es solo una muestra del extenso currículum de este hombre apasionado por brindar a las personas una psicología que haga más hincapié en la salud que en la enfermedad, en lo “posible” que en lo “imposible”.
Alejandro es el mayor de cinco hermanos que crecieron en Lascano, Rocha. Cuando estaba en tercero de escuela su familia se vino a Montevideo, donde con el transcurso de los años se fueron formando en sus diferentes profesiones. Su padre, hoy jubilado, era rematador de campo. Casado hace 20 años con Marcela Arocena, son papás de Martina (14) y Belén (12). “Fuimos exigentes con las dos. Tratamos de transmitirles lo existencial por medio de las vivencias. Martina canta divino y va a clase de canto, es más artista. Belén es más introvertida, escribe mucho y le gustan mucho los animales; le encanta quedarse en casa y convocar a la familia. Creo que lo existencialista se transmite mucho por el arte y le damos importancia a la familia.”
Lo primero que aflora en la conversación es su preocupación por el desgaste del rol que cumple el psicólogo hoy día. “No es creíble que todo sea psicoterapia, de esa manera el rol pierde fuerza”, reconoce Alejandro. Me cuenta que su actual columna en la radio Sarandí, dirigida por Nacho Álvarez, así como la publicación de su libro, las toma como labores para que el psicólogo no pierda la función social de prevención, de ayuda. “Me enteré que hay presos en Perú que siguen la columna y después la comentan con un psicólogo”, dice Alejandro visiblemente emocionado.
Para los que ya leímos su libro y nos quedamos con ganas de más literatura de su autoría, en breve tendremos Educar sin culpa: optimismo y entusiasmo para padres y docentes. “Espero que no asuste el título”, agrega Alejandro, lo que me provoca mucha risa.
Dolores: ¿Por qué Economía y Felicidad. Una vida con sentido?
Alejandro De Barbieri: El editor quería que me asociaran con la columna que tuve durante 2011 en la radio El Espectador, que se llamaba Economía y Felicidad. Y después dio la casualidad que empecé a trabajar mucho con empresas dando charlas motivacionales y el título encajó perfecto; uno confía en la editorial.
D: Una vida con sentido…
ADeB: Una vida donde la persona despliega sus potencialidades, siendo creativo estás viviendo una vida con sentido. Una vida creativa es cuando te sentís que le estás dando algo al mundo, que sacás lo mejor de ti. Una vida sin sentido es una vida obligada. Frankl escribió una frase preciosa: “Los instintos nos empujan, los valores nos atraen”, o sea puede no gustarte mucho tu trabajo pero cuando llegás, pasás bien por los vínculos con tus compañeros, etcétera; y eso te ayuda y te entusiasma.
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“No es la persona la que debe preguntar, sino que es la vida la que le formula preguntas. Los seres humanos solo tienen que contestar y responsabilizarse por su vida”
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D: Si tuvieras que ser breve y explicar de qué se trata tu libro, ¿qué dirías?
ADeB: Diría que se trata de recordar cosas que ya sabemos pero que quizás las perdimos por el estrés diario. Se plantean bases que son importantes en la vida, como los vínculos, porque cuando descuidás al otro, te estás descuidando a ti.
D: El sentido de la vida es el punto que hilvana todo el libro…
ADeB: El sentido siempre es vivencial. Cuando estás viviendo una vida con sentido no te preguntás por el sentido, porque la vida te va llevando a encontrarlo. No es la persona la que debe preguntar, sino que es la vida la que le formula preguntas. Los seres humanos solo tienen que contestar y responsabilizarse por su vida. Cuando te lo preguntás ya empieza la crisis de sentido. La pregunta se refleja como la duda del alma. Si la duda sigue tenemos una crisis y puede ser un vacío existencial. Viktor Frankl dice algo muy lindo: “La vida te responde solo por el hecho de estar vivo.”
D: En el libro hacés especial hincapié en el hecho de celebrar la vida.
ADeB: Es que no nos damos cuenta que cada día es importante. Hago una dinámica de la felicidad que es la de disfrutar: que cada uno piense cómo vivió cada día, cómo se despertó, cómo se levantó, cómo caminó cuando fue al baño; es como el darse cuenta de que estás vivo, y si lo estás entonces podés ser feliz. Claro que te pueden pasar un montón de cosas dolorosas, pero ese dolor también va a formar parte de la felicidad.
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“El vacío existencial es como un domingo de tarde que se prolonga en los días. La gente dice que los domingos de tarde se aburre, y ese aburrimiento sirve para tomar contacto con lo que realmente querés hacer con tu vida”
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D: Sos psicólogo existencialista. ¿Cómo definís el existencialismo?
ADeB: El existencialismo es una corriente filosófica que Viktor Frankl e Irvin Yalom tomaron como base para crear una psicoterapia. El aporte del existencialismo es escuchar lo que la persona tiene para contarnos y después preguntarle qué va a hacer con lo que nos contó. Tratamos de ayudar a las personas para que sean más responsables, más libres, y que no sean víctimas.
En Celae somos todos terapeutas humanistas existencialistas. Nos preocupamos de cuatro temas importantes: la muerte, la libertad-responsabilidad, la soledad y la falta de sentido a la vida. Cuando viene un paciente y nos cuenta algo, enseguida hurgamos lo que está debajo, por ejemplo: ataque de pánico puede ser miedo a morir; una impotencia, miedo al compromiso; el suicidio, la muerte o problemas con los vínculos; gente que no puede estar sola y que tiene muchas parejas, miedo a la soledad. Trabajamos con la dinámica de sanar la historia, para poder perdonar a nuestros padres. Yo siempre digo que para ser padres de nuestros hijos tenemos que dejar de ser hijos de nuestros padres. Tiene cuatro frases la dinámica: “Gracias por…”; “Estoy orgulloso de ti por…”; “Te perdono…” ; y la última frase es “Ahora sigo con mi vida…” Si un paciente no está pronto para hacerlo te da largas, te pone excusas. Yo creo que toda terapia lleva al perdón.
D: ¿Alguna vez sentiste vacío existencial?
ADeB: Sí, claro, yo creo que todos lo sentimos.
D: ¿Te parece que todos los seres humanos en algún momento lo sentimos?
ADeB: Sí. El vacío existencial tiene una parte normal, por ejemplo, cuando dudás algo de tu vida, y posiblemente te haga sentir angustia. Lo bueno del existencialismo es que la palabra angustia no nos asusta. Cuando viene una persona con esa angustia trabajamos con ella para ver qué quiere decir esa angustia; por supuesto que si es crónica trabajamos enseguida con el psiquiatra para evaluar si es una depresión, pero la angustia no siempre quiere decir depresión. Muchas veces te contacta con lo valioso de una persona.
D: Pero más allá de situaciones puntuales, hay gente que siente vacío existencial por el solo hecho de estar vivo.
ADeB: El vacío existencial ya es una tristeza como más crónica. La tristeza no es depresión, es un sentimiento que también te contacta con lo valioso. El vacío existencial es como un domingo de tarde que se prolonga en los días. La gente dice que los domingos de tarde se aburre, y ese aburrimiento sirve para tomar contacto con lo que realmente querés hacer con tu vida, tus oportunidades. Un poquito de depresión a veces viene bien, uno tiene que saber aislarse un poco, vivimos muy estresados. El existencialismo busca ayudar a las personas a recuperar el entusiasmo de cada día y que puedan transformar ese “vacío existencial” en “vacío fértil”, es decir en algo positivo para su vida. Es la fertilidad a la que se refiere Sergio Sinay, es sacar luz de eso. No tapar los temas, porque cuando no se encaran, la crisis puede ser más grande.
D: “Estar dormidos”, “encapsulamiento existencial”, “analgesia vital”, son varios términos a los que te referís para plantear un mismo concepto.
ADeB: Es una vida vivida a medias, sin vínculos significativos. Es como amar tímidamente y no jugársela. Es como si la persona estuviera dormida y solo cumpliera, porque no se anima a encarar su vida, no desarrolla su potencialidad, no vive, no hay plenitud.
Hoy hay falta de solidez, ahora todo es fast: cambio de trabajo, cambio de esto, cambio de lo otro, etcétera. No hay vínculos sólidos y duraderos, hay como una fobia a la intimidad. Al final la gente termina sufriendo porque no termina de entregar todo. Como decía El Principito (Antoine de Saint-Exupéry) : «Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.” ¡Eso es crear un vínculo! Y el mundo de hoy es no involucrarse, y por lo tanto no se generan vínculos significativos.
D: ¿Cuáles son las causas de una vida sin sentido?
ADeB: No tener frustraciones que te hagan crecer como persona. Los padres que evitan que sus hijos sufran están evitando que sean felices, porque en el manejo del sufrimiento está la felicidad. El entrenamiento en pérdidas te templa el alma, lo que Frankl llama “La Neurosis Transitoria”: estoy de paso, no sé de dónde vengo ni a dónde voy. Y la terapia existencialista te muestra dónde estás y hacia dónde vas, el futuro. El aquí y ahora tiene un sentido de trascendencia, es para algo. Un terapeuta te confronta, un docente y una pareja también, el que te quiere, te la hace más difícil. Entonces una vida con sentido es saber qué es lo que yo puedo dar, la felicidad no es solo vos, también es el vecino, preocuparse por la comunidad. La felicidad está en compartir con los demás.
D: ¿Por qué te parece que la cultura occidental es tan individualista?
ADeB: Tiene que ver con el exitismo, que está muy enfocado en el tener: la casa, el auto, etcétera. Nosotros somos seres del mundo con otros seres, somos siendo con los otros. En la cultura individualista en la que vivimos el concepto de autotrascendencia nos puede parecer raro, porque hay que salir de uno para autotrascender.
D: Comúnmente la gente confunde felicidad con bienestar ¿Por qué?
ADeB: Porque se asocia el bienestar con tener todo, con el modelo individualista que considera que hay que tener para ser feliz. Y el desear genera más sufrimiento. Ser feliz es desear menos. Uno tiene que darse cuenta que no es necesario tener tanto. La felicidad pasa por el ser y no por el estar. Hay gente que piensa que el empacho material es felicidad, pero cuando termina el empacho la gente se da cuenta que eso no era felicidad. El mundo en que vivimos te va llevando a consumir cada vez más.
D: ¿Por qué la familia de hoy no puede sostenerse como la familia de antes?
ADeB: La construcción del rol familia ya no es como antes que se manejaban otros tiempos. Hoy cuesta sostener. El padre antes se respetaba mucho, hoy hay crisis de autoridad, no hay solidez. Como cuando escucho: “Le hicimos un cuarto como él quería”, y el nene tiene 3 años. Eso no puede ser…
D: Para finalizar…
ADeB: El sentido de vida es confiar en la vida, confiar en el otro, en mí, en que la vida tiene sentido.
Contacto:
Alejandro De Barbieri
Mail: alejandro@logoterapia.com.uy
Web: www.logoterapia.com.uy
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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