Concepto picnic
Lo gourmet
Farinelli, un espacio gourmet porteño donde predomina lo lúdico y lo versátil
Texto: Dolores de Arteaga
Un mostrador blanco me llama. Es el protagonista del lugar, no cabe la menor duda. Es lo primero en lo que hago foco ni bien piso Farinelli. Cual largo es, presenta todo tipo de manjares. Todo un deleite para nuestros ojos. Sándwiches de milanesa con rúcula, tomates asados y Dijon; bagels de salmón y vegetales saltados; sándwiches de queso Brie y cebolla caramelizada; pinchos de ojo de bife con salsa criolla; ensalada de quinoa, arroz yamaní y zucchini, son parte del variopinto menú. La temperatura ambiente es un rasgo que caracteriza los platos de este espacio gourmet que abrió sus puertas hace cinco años. María José Moretti, la chef del lugar, me comentó: “Nuestro concepto inicial fue hacer una comida estilo picnic. Y la idea es no perder el objetivo.”
Tiene una impronta bien neoyorquina. Decoración nada pretenciosa, en blanco y colorado. La presencia de madera se hace visible en la gran mesa que recorre el lugar, así como en su piso de pinotea. Un lugar net y cálido. Donde menos es más.
En cuanto entré, me reservé un lugar en el tablón de madera. Otra opción eran las mesitas que dan contra la ventana. Me encantó la idea de compartir mesa con otras personas, algo nada común en los cafés de Montevideo. En este espacio uno puede elegir pedir la carta y ordenar, o bien arrimarse al mostrador de azulejos blancos e ir señalando con el dedo lo que va a llevarse a la mesa. Me pareció una propuesta dinámica, lúdica y distinta.
Pronta para disfrutar mi gazpacho, de un vistazo vi a Ximena Monteverde, la cocinera de la tele y autora de los imperdibles libros de recetas. Ahí pensé: “Si ella viene acá, es porque realmente se debe comer bien.” Y lo comprobé a medida que fui saboreando cada uno de los bocados de mi almuerzo. Cuadraditos de polenta y una torre de vegetales, acompañados por verdes.
También charlé un rato con Mauro, el encargado del local, quien me comentó : “Hay hits, como el sándwich de milanesa. Los clientes no quieren que lo saquemos de la carta (risas). Ya a esta altura se puede decir que el sándwich de milanesa es algo que nos caracteriza. Pero igualmente siempre se trata de que haya variedad. Desde una propuesta con carne hasta algo más liviano como las sopas y las ensaladas.” También me contó que el menú depende de las estaciones: “En invierno tenemos siempre una sopa caliente distinta que se presenta en una olla sobre el mostrador, así como también pueden ser unas albóndigas. Y cuando empieza el calor, ofrecemos gazpacho.” Y a no olvidarnos de los postres, que también tienen su protagonismo: pastel de limón, almendras y maíz; tortilla de manzana; lingote de ricotta con quinotos, entre otros. Así como tampoco falta el bizcochuelo de chocolate y dulce de leche, tan típico del Río de la Plata.
Sus brunches dominicales ya son un clásico. Y como dice su chef María José Moretti: “Es una carta distinta, una comida más americana: con hamburguesas, huevos, pancakes… ¡Vienen familias enteras!”
Cada vez que visito Buenos Aires no dejo de ir a Farinelli. Me encanta. Me siento como en casa. Y para finalizar, las palabras de Marina: “La gente vuelve porque come bien.” Y de lo dicho puedo dar fe.
Contacto:
Locales: Arroyo 900
Bulnes 2707
Mail: info@farinelli.com.ar
www.farinelli.com.ar
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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