Por Dolores de Arteaga

Marzo es un mes que se hace sentir. Me pesa sobre la espalda. Creo que es un sentimiento vivido por todas las madres con hijos en edad escolar y liceal. Hace un tiempo estaba en plena compra de útiles para mis hijos, cuando vi una libreta que sobresalía de la góndola de los cuadernos. Por su tapa colorida. Su nombre. Sus palabras motivadoras. La abrí y percibí que no todo empezaba y terminaba en su cubierta. Adentro había historias mínimas, acertijos, curiosidades. Era la Libreta Sabia.

Al poco tiempo de ese encuentro, hojeando libros infantiles en una tienda de diseño, lo mismo. Un libro destacaba entre los demás. Con Arte Cuento, rezaba uno de sus títulos. Invitaba a los niños a participar del cuento. Una perfecta combinación de literatura y arte.

María Laura Keuylian, con sus 25 años y descendiente de armenios por su lado paterno, es la autora de esas obras inspiradoras. Se define así: “Soy muy emprendedora y tiene que ver con mi herencia armenia. El armenio, recién llegado a Uruguay, después del genocidio, no paró de emprender. Salieron de la nada y pudieron. Es como un saber que conecté.” Hija del medio de un papá escribano y una mamá maestra que nunca ejerció, su hermana mayor tiene 32 años y es escribana, y su hermano menor, de 22 años, estudia Economía. Su infancia transcurrió en la ciudad de Carmelo: “Fue muy linda, muy libre, todas las calles eran mías. Con mi hermana jugábamos a hacer programas de radio, revistas…” Hasta los 12 años sus días se sucedían entre episodios creativos, hasta que un día cesaron: “Mi madre decía que tenía que estudiar y dejarme de pavadas. Ahí dejé de conectarme con la expresión. Mi psicoanalista fue la que me destrabó el tema de la pintura, ¡y volví a pintar!”

Laura estudió en la Facultad de Química hasta cuarto año, cuando fuertes migrañas le hicieron abandonar la carrera: “Las luces y los ruidos del laboratorio me daban mucho dolor de cabeza. La carrera perdió sentido para mi. Dejé Química en 2010 y la migraña desapareció. Dicen que un síntoma es la metáfora encarnada en el cuerpo.” El año 2011 fue sabático para ella, y ahí surge la idea de Libreta Sabia, una creación en medio de un momento complicado: “Mis padres no me apoyaron cuando dejé Química, y me fui a vivir a la casa de una amiga.” Hoy Laura está finalizando sus estudios en la Facultad de Humanidades con una escolaridad promedio 11, aprendió a meditar a través del budismo Zen, y vive en la casa de una amiga con su fiel compañera Rola, su lora de 18 años: “Dentro de poco la voy a soltar, porque quiero que ella sea más libre, que se vaya con un macho y explore la vida más salvaje. Yo estoy en una etapa muy nómade.”

Su nombre artístico, y como va a figurar en sus próximas publicaciones, es Dafne. Parece que quien la “bautizó” así fue su maestro Damián Baccino, con el cual está estudiando filosofía griega: “El me dijo que según la mitología, Laura es Dafne.”

 
Dolores: ¿Cómo surge Libreta Sabia?

Laura Keuylian: De cómo llevar la lectura para que el niño pueda expresarse, y lo primero que se me ocurrió fue una libreta para anotar las ideas. La primera surgió el 18 de enero de 2012. Ahora en el mercado hay seis libretas circulando, pero en febrero 2015 van a estar a la venta dos nuevas, la siete y la ocho. Igualmente siempre se reeditan las viejas. Libreta Sabia ha ido cambiando muchísimo, como he cambiado yo; busca inspirar y no quedarse en la comprensión lectora. La escritura y la lectura es todo una experiencia, y eso es lo que quiero que el niño viva. La idea es que el texto te inspire, y si esto sucede entonces ya vale el precio ($ 39, al momento). Llega a niños que no pueden comprar un libro. La usan mucho los maestros.

D: Un feedback más que positivo.

LK: Sí. Yo cada tanto hago talleres en librerías, en escuelas, así sé en qué está. A la Facultad de Humanidades fui invitada por un grupo de estudiantes que investigan Filosofía para niños y usaron textos de Libreta Sabia 3, entre ellos “La planta misteriosa”. Esos niños que participaron de la investigación fueron los que me inspiraron para crear ese espacio donde se pudieran expresar. Llegué a la conclusión que podemos leer una misma historia y comprenderla de manera distintas, y todas ellas pueden ser valiosas. Fue ahí donde nació Con Arte Cuento.

D: Con Arte Cuento…

LK: Es una colección de libros cuyo objetivo es dejar al niño vivir la magia, donde todo es posible. Invita a expresarse. La expresión en un cuento genera imágenes en las historias que no las controlamos, y eso es muy mágico. Por ahora, dentro de esta colección, saqué Grandes Navegantes; estuve un año y medio trabajando en él. Cada hoja del libro es un mundo aparte, esa es la cuestión. Se conjugan todos los tiempos y el niño se puede expresar en el tiempo que quiera.

D: Tu escribís los textos…

LK: Sí, yo escribo y edito. Tengo un corrector de estilo y un diseñador que hasta ahora se hizo cargo de las ilustraciones. Yo empecé a ilustrar después, a raíz del libro y del psicoanálisis.

D: ¿Qué te inspira?

LK: Me gusta leer y crear desde lo que leo. Me inspiran las biografías, las experiencias, las imágenes, el movimiento. Ahora estoy con el tema de la conexión con el cuerpo. En febrero empiezo con acrobacia. Por eso las libretas que están por salir las estoy esperando con todo, porque nacen de otras conexiones, desde la pintura, la música y el movimiento. A veces también me pasa de levantarme cuando me aparece una idea y me quedo escribiendo.

D: Cuando hacés talleres, ¿cómo encarás el proceso creativo de los niños?

LK: Les explico que pueden hacer todo y ellos igual me preguntan “¿Se puede…?” Están acostumbrados a no salirse de las estructuras, de los bordes y los márgenes, pero les hago entender que en mis libretas no hay límites, no hay barreras. Apunto a eso. Y los niños se cuelgan. Les trato de transmitir que el error siempre es bienvenido, que es una forma de expresión.

D: ¿Con qué parte del niño te conectás?

LK: Yo me conecto con lo niño de los otros, ya sean niños o adultos. No me gusta infantilizar a los niños, cosa que generalmente hacen los cuentos infantiles.

D: ¿Apoyo?

LK: La verdad es que tuve un apoyo muy bueno de Eduardo Vanrell Algorta cuando participé en el Programa Empresario-Emprendedor de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU). No estoy sola y siempre me acompaña gente re grosa y a la cual admiro.

La Dirección Nacional de Cultura  (MEC) nos va a apoyar en dos obras más; voy a reescribir “La Planta Misteriosa” y voy a escribir El Carnaval, con Damián Baccino.

D: ¿Vivís de esto?

LK: Sí; yo soy austera, la ropa me la da mi hermana, camino mucho y en cuanto a la alimentación trato de comer sin elaboración. Ahora empiezo a gastar mucho en lo que es formación, pintura, psicoanálisis… La acrobacia la voy a pedir para mi cumpleaños (risas).

D: ¿Proyectos?

LK: La idea es exportar todo esto, es una idea nueva. Me pasó que una española de la Universidad de Granada se llevó un libro, encantada.

D: ¿Una reflexión?

LK: La vida es la obra de arte. Para mí no sos artista si no estás dispuesto a transformarte, porque llega un momento en que la obra te pide que te transformes, sino, no nace. O te lanzás o muere…

D: Algo que no te haya preguntado…

LK: Hablé de todo, esto fue peor que el diván (risas).

Contacto:

Laura Dafne Keuylian
Cel. 099778305
Mail lalakeu@gmail.com

¿Qué opinás?