Seres de lana
Deco & Diseño
Desde su taller Ser de Lana, Cristina Bernadá nos cuenta cómo el camino de darle color a su vida la condujo a crear las muñecas de fieltro
Por Dolores de Arteaga
Muñecas etéreas. Hadas soñadas. Enteramente realizadas con lana. No tienen ojos. No tienen nariz ni boca. Pero no es necesario. Ellas hablan por sí mismas. Las conocí recorriendo una feria. Enseguida me detuve. Entre muchas artesanías en aquél stand, mi mirada fue directo a las muñecas de fieltro. Y mi mano alcanzó una.
La artífice de estas irresistibles muñecas se llama Cristina Bernadá, quien desde hace cinco años está desarrollando la técnica y profundizando en lo femenino: “El material fieltro lo conocí en España, adonde fui por el doctorado de mi compañero. Estuvimos tres años allí, en Alcobendas, un pueblito divino a cuarenta kilómetros de Madrid. Había llegado a España con la idea de encontrar algo más femenino que las tallas que venía haciendo en Montevideo, sentía la necesidad de color en mi vida. Un día, recorriendo una mega feria ecológica, vi un puesto lleno de hadas y duendes con lanas de colores, ¡y me enamoré! Me quedé con el dato y fui a un taller intensivo de fieltro agujado con la persona que las creaba.”
Aprovechando que se había quedado sin trabajo, Cristina comenzó a poner sus energías en la creación de las muñecas de lana. Así como también empezó a investigar diferentes técnicas para fieltrar. Siempre estuvo conectada con lo manual, había estudiado talla en madera en la Escuela de Artes y Artesanías Dr. Pedro Figari de Montevideo.
Hoy Cristina, mamá de Emilia (15) y Santiago (10), además de trabajar en Ser de lana, el taller donde realiza sus queridas muñecas, es tanatóloga.
Desde hace 18 años vive en una chacra comunitaria con sus compañeros del ex Polizón Teatro, un grupo de teatro callejero del que ella formaba parte: “ Vivir en comunidad se lo recomiendo a todo el mundo. Estamos muy cerquita de Montevideo, en contacto con la naturaleza criando a los gurises de otra manera». Cristina valora esa vida lejos del consumismo, la tranquilidad de que los chicos entren y salgan sin peligros. “Entre una casa y otra hay 30 metros. Verde por todos lados, conexión con los animales…”, cuenta. Pienso que quizás sea esta vida al natural la mayor fuente de inspiración de Cristina.
Dolores: Tus muñecas…
Cristina Bernadá: Tienen que ver con la vida misma, son seres que tienen todo o que yo les transmito todo. Ahora las llamo “Las Nenas”, surgió de un comentario de un amigo que un día me dijo: “¡Qué divinas tus nenas!”, y me encantó el nombre. Lo asocié conmigo, porque mi hermana Elena y yo éramos “las nenas” cuando éramos chicas.
D: ¿Cuál es la parte del proceso creativo que más disfrutás?
CB: Cada parte tiene lo suyo. Cuando trabajo el cuerpo siento que trabajo el alma, y en el momento de hacer la muñeca yo también voy viajando dentro mío. Cada vestido es diferente, no es en serie, el día que hacés telas te colgás con el diseño. En el momento va surgiendo si le hago vestido largo, si le hago volados, si le hago pollera y blusa aparte, que si es de flores o de flecos, si le agrego algo más o no, y eso va surgiendo en el momento que integro los vestidos a cada muñeca, es decir, es otro proceso creativo.
D: ¿Cómo es la técnica que utilizás?
CB: Sumo dos técnicas: el agujado con la técnica del fieltro húmedo que se trabaja con agua y jabón. Hago el cuerpo de la muñeca con el fieltro agujado y la ropa en fieltro húmedo, la cual después se la integro al cuerpo agujándola. Una vez que la muñeca ya está vestida, la mojo toda y trabajo en lo húmedo. El pelo se lo pongo con la aguja, así que utilizo las dos técnicas alternadas en el proceso de la muñeca.
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“En el momento de hacer la muñeca yo también voy viajando dentro mío”
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D: ¿Por qué las hacés sin facciones?
CB: Porque cuando lo intenté, noté una expresión muy rígida que no era la deseada. Prefiero que cada uno le vea el rostro según lo sienta o le inspire.
D: ¿Qué sentís cuando las creás?
CB: La verdad es que es una maravilla. Me siento plena. Siento mucho placer. Mucha alegría. Siento mucha emoción y me enamoro de cada una a medida que las voy terminando. Evidentemente pasan muchas cosas dentro de mí, todo muy positivo.
D: Todo este proceso creativo, ¿hacia dónde va?
CB: La muñeca empieza del centro hacia afuera, del ser hacia fuera, y en el momento en que estoy sola con la muñeca haciendo cada parte del proceso, se da un trabajo interno, un trabajo hacia dentro, a mí es algo que me produce bienestar. Así surgió la idea de hacer talleres que tengan que ver con una búsqueda personal, y luego terminarlos con la construcción de la muñeca. No me cerraba la idea de dar talleres que solo fueran la técnica y el armado de las muñecas. Cuando me di cuenta que quería dar el plus en la parte personal, ahí me cerró todo.
D: ¿Quién es tu principal fan?
CB: Mi hijo Santi y mi compañero también.
D: ¿A quién dejan más fascinados las muñecas? ¿Niños o adultos?
CB: Es raro porque es parejo, te tocó el corazón y ya está.
Contacto:
Cristina Bernadá
Cel. 099 869 787
Mail crichiem@hotmail.com
facebook.com/ser.delana.3
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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