Niños en armonía
Cuerpo & Alma
Los beneficios del yoga en los niños relatados por las instructoras María Capurro y Lucía Vecino
“Hay un tiempo para mirar las cosas que me rodean y hay un tiempo para contemplar las cosas que me llegan desde mi fuero interno. Hay un tiempo para escuchar los ruidos de mi alrededor y un tiempo en que escucho el tenue zumbido de mi aliento, tan cercano, tan íntimo, que lo había olvidado. Me vuelvo a encontrar o, como lo dicen en forma tan hermosa los viejos textos zen, ‘Vuelvo al hogar’.”MichelineFlak
Las instructoras de yoga María Capurro y Lucía (Luli) Vecino transmiten esta práctica hindú a niñas de diversas edades todos los martes durante una hora y cuarto. Jacinta, mi hija de 8 años, que empezó este año con ambas, espera el día martes con mucha ansiedad y alegría. Tuve la oportunidad de entrevistar a María y a Luli, madre e hija, y de participar y filmar una clase que disfruté mucho.
María, además de instructora de yoga y yoga para niños, tiene una vasta formación: yoga en la educación en RYE (Francia); profesora de inglés; tallerista de arte y expresión lúdico-creativa y Posgrado en Educación Inicial. En sus palabras: “Yo empecé a los 25 o 26 años a hacer yoga, cuando ya estaba esperando a mi tercer hijo”.
Luli, que a sus 19 años ya era instructora de yoga, actualmente está terminando la carrera de Psicomotricidad (CEDIAP). Según sus propias palabras: “Desde que salí del liceo, a los 18, estoy trabajando con niños”.
La Citadina: ¿Cómo empezaron a implementar el yoga para niños?
María: Hace 28 años empecé como profe de inglés para preescolares. Descubrí el yoga para niños cuando Micheline Flak, francesa, fundadora de RYE (Recherche sur le Yoga dansl´Education/ Investigación de Yoga en la Educación), visitó Uruguay en 1995 y sus conferencias despertaron tanto interés en mi que viajé a Francia a capacitarme con su equipo. Es decir, mi comienzo en el mundo del yoga para niños fue meramente institucional, en colegios.
Luli: Yo trabajaba en el jardín de infantes El Ciruelito y la directora me impulsó para que empezara a dar yoga; así fue cómo empecé, con niños de entre 1 y 4 años.
LC: ¿Cuándo comenzaron a dar clases de yoga fuera del aula?
M: Hace tres años resolví alejarme de la educación formal y me acerqué al instituto de Yoga Kutir, que Jorge Zoppolo recién lo estaba armando, y junto con Graciela Laport y mi hija Luli creamos el espacio de yoga para niños basado en las enseñanzas de nuestra maestra Micheline Flak. Además, en dicho Instituto hay clases de yoga para todos.
LC: ¿A partir de qué edad un niño puede empezar a practicar yoga?
M: Desde que comienza a socializar y a imitar las conductas de quienes lo rodean. La primera y mejor profesora de yoga para un niño es la propia mamá. Hay muchas embarazadas practicando yoga, así que la práctica puede empezar desde la panza. También existen clases de yoga para mamás y bebés a partir de los tres meses de vida.
Concretamente, nosotras tomamos niños a partir de los 3 años y mezclamos edades. En un momento nos planteamos dividir las edades y después nos dimos cuenta que la heterogeneidad funciona mucho, ya que la interacción era muy enriquecedora.
LC: ¿Cuál es el objetivo que se plantea el instructor de yoga para niños?
M: Yo empezaría por definir yoga, que significa unión, y se refiere a unir y armonizar los diferentes aspectos del ser: cuerpo, mente, emociones y espíritu. Creo que ese es el objetivo: lograr una armonía. A través de las técnicas de yoga se le brindan al niño herramientas que lo ayudan a vivir en armonía consigo mismo y con su entorno, a conocerse mejor, a cuidar su cuerpo y a equilibrar sus emociones.
L: Que conozcan su cuerpo. Hoy los niños cada vez hacen menos cosas que los ayuden a conocer o a poner su cuerpo en contacto con el mundo.
LC: Beneficios…
M: El trabajo sobre cada parte tiene beneficios en si mismo:
*Posturas: promueven la flexibilidad, la estabilidad, el equilibrio, la fuerza, la coordinación y todo lo que es el conocimiento del estado físico. Cada postura influye sobre alguna parte del cuerpo. En el trabajo con niños la permanencia en las posturas no es tan importante.
*Respiración: es el puente entre el cuerpo y la mente. A nivel físico incide sobre la salud, tiene un valor preventivo, reduciendo los riesgos de infecciones respiratorias; sobre las emociones calma, equilibra y energiza. Trabajando con niños no enseñamos técnicas respiratorias, sólo observamos la respiración y se aprecia en ellos la calma que les produce.
*Relajación: es el momento de “cerrar las puertas hacia el mundo exterior”, conectarnos con nuestros pensamientos, imaginar, visualizar. En yoga se habla de la “pantalla visual”, donde el niño cierra los ojos, mira, crea y desarrolla la creatividad. Hay diferentes formas de trabajar las visualizaciones: en forma guiada, con libros y a veces visualizando lo que se hizo durante la clase: cerrando los ojos y viéndose a ellos mismos trabajando.
Cada una de estas etapas va logrando armonizar el cuerpo, la mente y las emociones, y de esta forma sentir, vivir y actuar mejor.
LC: ¿Por qué les parece que los niños vienen tan felices a la práctica?
M: Porque confiamos ciegamente en que la metodología genera un estado placentero de armonía y de plenitud que hace que les guste venir. Aquí aprenden a escuchar y a ser escuchados, descubren, proponen, crean. Y creo que eso les da mucha satisfacción.
L: Hacemos hincapié en que el niño venga si realmente tiene ganas, que sea un espacio de placer y disfrute; es decir, que sea una opción no una actividad más que tiene que hacer.
LC: ¿Integran niños con capacidades diferentes?
M: Por supuesto que si tenemos la oportunidad lo haremos. Nos derivan muchos niños con dificultades de aprendizaje, problemas de atención, hiperactividad, entre otros.
LC: ¿Son mixtas las clases?
M: Este es el primer año que no tenemos varones. El primer año que abrimos había muchos varones integrados. En este momento tenemos sólo un grupo y son todas niñas, al menos por ahora.
LC: Una clase tipo…
M: Al principio de la clase, en general cantamos el Omm con el armonio que les toca Luli.
Siguiendo la metodología, lo primero que trabajás es el contacto con el entorno: haciendo una puesta en común para ver cómo está cada uno, les pedimos que nos cuenten algo que necesiten contar, cómo se sienten. Después algunas dinámicas: “las caritas”, “el espejo”, masajes en ronda, entre otras.
Salimos al jardín a explorar y a estar en contacto con la naturaleza, como un espacio de contacto de cada uno con el mundo que nos rodea.
Después viene el trabajo de cuerpo: desbloqueamos y movemos las articulaciones y ahí están listos para hacer las “Asanas”, que son las diferentes posturas.El origen del yoga son posturas que imitan a los animales: gato, perro, cobra, elefante, oso; es por eso que las posturas pueden llamarse por el nombre del animal y para los niños es mucho más fácil y le da un toque más lúdico. Igualmente cada tanto les vamos nombrando las palabras en sánscrito para que vayan asociando.
L: A veces también les damos espacio para que sean ellos los que elijan sus posturas, pasen adelante y todos les copien; es como darles lugar a los niños para que sean los instructores.
M: Luego de la actividad viene la calma, la relajación: se acuestan, quedan tranquilos, escuchando música, esperando el masaje con pelota. Es más, muchas veces hasta se quedan dormidos porque llegan cansadísimos de la jornada escolar.
Después de la relajación estarían prontos para la atención plena. Como que en vez de tener en la cabeza “pájaros que van de rama en rama”, como dicen en India, la cabeza está concentrada en esto y nada más que en esto. Y ahí la cabeza está creativa, está abierta; en esa instancia final pintamos mandalas, cantamos, hacemos música, depende.
En definitiva, lo que hace esta metodología es trabajar desde lo más externo hacia lo más interno.
CONTACTO:
Yoga Carrasco Kutir
Cooper 2028, entre Pedro Murillo y Mones Roses
Cel. 099 904 091
Mail: yogacarrasco@gmail.com
http://www.yogacarrasco.blogspot.com
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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