Santa Paciencia, almacén de vajilla
Deco & Diseño
Una charla, tazas de té mediante, con las creadoras de una marca que ya desde su mismo nombre rescata el valor de la paciencia y hace hincapié en el sello, el origen, el diseño y la historia detrás de cada pieza
Cómo me gusta entrar en Santa Paciencia (SP), un lugar chico pero con mucha alma y calidez en pleno barrio de Carrasco, que abrió sus puertas en abril del 2012. Aparte de las bellezas que venden, que no sabés con qué quedarte, lo más alucinante es que son piezas únicas.
Sus dueñas, Agustina Menchaca (AM) y Mariana Cigliuti (MC), me recibieron con una taza de té “The Emperor´s 7 treasures” de La Tienda del Té, además de masitas de manteca y palmitas. Una linda manera de empezar la entrevista, ambientada con ese té humeante.
La Citadina: ¿Cuál es el concepto Santa Paciencia?
AM: Es apostar a darle valor a lo que está en el olvido, a rescatar viejos tesoros a veces abandonados, ya que muchas veces los encontramos en casas de señoras mayores tapados con sábanas o en placares; los descubrimos, los sacamos y empezamos a darle uso y a disfrutar de esos tesoros.
También es revalorizar el hecho de volver a sentarse en la mesa, que es la protagonista de todo: disfrutar del hecho de poner la mesa, volviendo a una tradición que debería ser algo de todos los días. Situar a la mesa como lo que era, protagonista y autora de valores que se van perdiendo con la vorágine de nuestras vidas actuales, recuperando así los valiosos diálogos familiares. Invitar a que sea como un juego, como un disfrute, no como: “¡Ay, qué pesadilla, hay que poner la mesa!”. Hay gente que te dice: “Estás loca, con todo lo que hay que hacer encima poner cucharas y cucharitas”. Todos en la familia pueden ayudar a poner la mesa, desde los más chicos hasta los más grandes. Los rituales importan y el poner la mesa es un ritual.
LC: ¿Cómo nació el nombre?
AM: La paciencia es una cualidad o una virtud que también está en el olvido y creo que el que encuentra esa paciencia o la justa paciencia, lo cual es difícil, va a ir por caminos de más disfrute. Santa Paciencia hace hincapié en el sello, la procedencia, el diseño y la historia de cada pieza.
Es como la paciencia de encontrar, porque esto es un trabajo minucioso, donde el hilo conductor es la búsqueda y la espera. ¡La satisfacción de encontrar es indescriptible! Cuando uno espera, el encuentro se hace más disfrutable.
LC: ¿Cómo surgió la idea “abro un local que venda vajilla antigua”?
AM: En realidad lo que me pasó es que quería vajilla mezclada para mi casa, para mi cocina. Empecé comprando para mí y ahí vi el trabajo que implicaba si alguien quería hacer esto, entonces pensé: “Esto, si a alguien le gusta, es un laburo: tiene que tener tiempo, tiene que tener ganas, tiene que saber combinar, porque tampoco es comprar, comprar, comprar y mezclar”. El valor de Santa Paciencia es el cómo hacerlo. Entonces ahí vi el nicho, la oportunidad: “¿Por qué no hacer esto para la gente que quiere lo mismo que yo y que me está dando un laburo de la gran siete?”.
LC:¿Líneas que venden?
MC: Juegos de té, café, platos (de lunch, de postre, hondos), copas, vasos, jarras, consomeras, cubiertos, botellones, bandejas y próximamente vamos a tener mantelería antigua y también a medida con géneros nuevos. Descubrimos un nicho en el rubro mantelería, porque no hay muchos lugares donde comprar manteles lindos. Manteles antiguos es en lo que más nos estamos focalizando ahora; en remates se encuentran lotes, pero generalmente están quemados o con manchas, y es difícil recuperarlos y que queden impecables.
Vendemos todo lo que sea necesario para armar una mesa inspiradora: desde el florero, hasta un mantel.
LC: ¿Dónde se proveen?
AM: Al principio íbamos por todos lados buscando, pero por suerte las notas de prensa nos ayudaron mucho y eso nos trajo muchos clientes: gente que nos llamaba y nos decía: “Tengo unas copitas”; “A mi padre me lo traigo para mi casa y estoy desarmando la suya, ¿te interesa venir a ver?”. En realidad eso es lo que más nos gusta, porque detrás de esos hallazgos hay una historia de verdad. Si uno va al remate encuentra cosas lindas, pero no conocés la historia de todas esas piezas: nos encanta entrar en los submundos de la gente donde nunca falta el cuento de alguna señora mayor que dice: “Este me lo regalaron para mi casamiento en el año tal…”. ¡Por suerte hay muchos llamados!
LC: Ahora no sólo venden, sino que alquilan…
AM: Es también para diferenciarnos, porque ahora salieron “las copiandingas” (risas)
Hay un sector específico para alquilar sets de segunda con pequeñas fisuras o cascaduras, además de todo lo necesario para poner una linda mesa: floreros, mantelería, bandejas, cubiertos y vajilla. Si de lo alquilado se rompe alguna pieza se cobra la reposición, igualmente más barata que las piezas intactas que están a la venta.
Pero lo que se vende, no se alquila. Porque las piezas que se venden tienen que estar impecables, sin roturas, sin fisuras, sin nada. Al principio alquilábamos lo que vendíamos y era desprendernos de un tesoro que corría el riesgo de romperse y como son piezas únicas, las perdíamos.
LC: Además del servicio de alquiler, brindan el servicio de poner la mesa?
MC: Se está brindando un servicio nuevo que se llama “Santa Paciencia va y viene”, que consiste en que SP va y te arma la mesa, te la deja puesta, ya sea para un desayuno, té, almuerzo o lo que sea. Tenemos una clienta que da un desayuno en la casa un viernes por medio y le dejamos todo pronto desde la tardecita del día anterior.
El procedimiento es el siguiente: se embala todo lo que va, en una caja: vasos, posavasos, mantel, cucharitas y dejamos la mesa puesta; después lo retiramos.
LC: ¿Qué es lo que tiene más salida?
MC: Las tazas de té, sin lugar a dudas.
LC: Desde hace un tiempo empezó la onda sommelier, hebras, té…
AM: El té como ritual últimamente tomó protagonismo. Hace unos años no existía en Uruguay el tema sommelier, era como algo exótico. Yo creo que por toda esta onda la gente se anima más y consume más tazas de té.
Inés Bertón, sommelier argentina, el año pasado invitó a SP a poner su mercadería en su local de Buenos Aires, ya que una clienta de SP es muy amiga de la sommelier.
LC: Personalidades que pasaron por Santa Paciencia…
AM: Inés Bertón y Mariana Nannis, entre otras…
Contacto:
Costa Rica 2002,Esq. MonesRoses
099642453 / 099632707
santapacienciavajilla@gmail.com
fb: http://www.facebook.com/santapacienciavajilla
http://www.santapaciencia.com.uy/
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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