“La recuperación es volver al mundo como un ciudadano de primera categoría y no de segunda”
Cuerpo & Alma
Conocer a Ismael Piñero conmueve y mucho. Hace 22 años que es “gota cero”, término que usan los adictos recuperados.
El casi no habla de él, salvo cuando se presenta y en algún otro comentario que deja entrever algo de su vida. Es Director y Operador Terapéutico en Ser Libre.
Hace un tiempo una amiga escuchó a Ismael en una charla que dio a padres y adolescentes en un colegio y me pareció que entrevistarlo podía aportar esperanza a familias que están viviendo de cerca el infierno de la adicción en todas sus facetas.
La Citadina: Para empezar, ¿qué me dirías?
Ismael Piñero: Hace 22 años que no consumo ni alcohol ni drogas, pero sigo yendo a los grupos porque se trata de entender la adicción como algo más que el consumo de drogas. Partimos de la base que el adicto es una persona que tiene una personalidad adictiva, que tiene otras características que estuvieron antes que empezara a consumir, se acentuaron cuando consumió y perduraron cuando dejó de consumir.
Nosotros trabajamos haciendo abandonar el consumo y, si el caso lo amerita, con internaciones.
LC: ¿Cuáles son los rasgos característicos de una personalidad adictiva?
IP: Hay ciertos rasgos de personalidad que son propios del adicto: hipersensibilidad, baja tolerancia a la frustración, baja tolerancia a la autoridad, obsesivos, impulsivos, compulsivos, extremistas, autodestructivos, dependientes de terceros, demandantes, con poco sentido del esfuerzo, inmaduros, egocéntricos, inmediatistas, ansiosos y más.
LC: ¿Creés que con la personalidad adictiva se nace?
IP: Si, pero no es condenatorio. Si tuvo una buena contención familiar, puede no manifestarse.
Aquellos que recibieron la herencia genética y además no tuvieron un contexto favorable, es terreno fértil; la va a desarrollar en aquellos elementos que le den gratificación.
LC: ¿Qué papel juega la función parental en todo esto?
IP: Como padres, cuando educamos a nuestros hijos lo hacemos desde tres aspectos: lo afectivo: darle todo lo que es cariño, motivación, apoyo, tiempo, dedicación; lo material: colegio, ropa, casa, cultura, club; y lo normativo: disciplina, horarios, orden, límites.
En la medida en que nosotros seamos correctos en la aplicación de estos criterios, obtendremos buenos resultados. Pero muchas veces y por distintas razones, lo que hacemos es sustituir: no puedo estar contigo pero te traigo más regalos, o como te veo poco no te pongo límites.
El llamado bloque parental es fundamental: hacer un acuerdo entre los cónyuges, los abuelos y las demás autoridades sobre las normas y los límites a poner.
LC: La codependencia es un punto importante a tener en cuenta en la adicción.
IP: Si el adicto vive en función de la droga, la familia vive en función del adicto. Y los profesionales pasan a contemplar el tema del adicto y se vuelven codependientes también. Los adictos viven gracias a que hay codependientes que los sostienen.
LC: Ser Libre, ¿cómo surgió?
IP: Originalmente lo fundé con dos socios, en el 2003, pero después nos separamos y formamos parte de FUCOT (Federación Uruguaya de Comunidades Terapéuticas), que la mayoría son de ONGs.
LC: ¿Qué sentís cuando un nuevo adicto ingresa a tu clínica?
IP: Me da mucha tranquilidad saber que se puede recuperar.
LC: ¿La voluntad qué papel juega?
IP: La voluntad es fundamental. No todos se recuperan, pero según nuestras estadísticas, de unos 100 que aceptan y cumplen un tratamiento de tres meses, 70 se recuperan y 30 no.
LC: ¿Cómo es el encare de ustedes?
IP: El aspecto más importantes es la conciencia de que se trata de una enfermedad y que no sos culpable, no elegiste tenerla, la heredaste, es involuntaria y además tiene ciertos mecanismos de funcionamiento que son los que hay que desactivar para que la persona se recupere.
Dentro de esos mecanismos de funcionamiento se encuentran: la ilusión de control, en el que la persona cree que tiene controlada su vida y su consumo; y la memoria selectiva. Nosotros creemos que la adicción es una enfermedad de la memoria, es decir que el adicto no percibe de forma permanente el daño que le genera el consumo. Entonces lo que trabajamos mucho es en mantener el registro de la memoria aversiva, la memoria de aquello que te hace mal y empezar a adoptar uno nuevo.
LC: ¿Cuál es el camino a seguir una vez que el adicto se recupera?
IP: Siempre lo que buscamos es que la persona recupere su integridad, que tenga trabajo, relaciones sanas, actividades físicas, estímulos y que disfrute la vida; que entienda que la vida se puede disfrutar sin consumir.
Hacemos hincapié en los principios espirituales: fe, confianza, amor, libertad, alegría, solidaridad.
LC: ¿Creés que las adicciones se transfieren?
IP: Si no hace una recuperación a fondo, el adicto tiene una tendencia a convertir cualquier actividad en adictiva; por ejemplo, transfiere la adicción a la droga por la adicción al juego.
Una cosa es la abstinencia y otra la recuperación. La abstinencia se da en personas que abandonan el consumo pero siguen manteniendo conductas destructivas. La recuperación es dejar la adicción, además de un cambio sustancial en la forma de vivir: volver al mundo como un ciudadano de primera categoría y no de segunda.
LC: ¿Y cómo se logra ser un ciudadano de primera categoría?
IP: Con la recuperación: grupos de autoayuda, grupos paralelos, que puede llevar de meses a dos años como mucho. La recuperación tiene que ser integral, pero sobre todo es necesario que la persona empiece a incorporar actividades en todas las áreas de su vida: en la familia, en el deporte, con los hijos, el estudio, el trabajo.
LC: Es una enfermedad crónica.
IP: Si, no hay “ex adictos”. Por eso como adictos nos consideramos que tenemos una personalidad que tenemos que seguir tratando; si no mantenés la recuperación, donde te descuides caés de nuevo. La tenés que tener a raya. Yo, por ejemplo, voy dos veces a la semana a los grupos, antes iba más, y festejo todos los años.
La adicción es como si fueras dos personas: uno vos, educado, espiritual, y el otro egocéntrico, hedonista, con poco sentido de la humanidad, que no le importa nada.
Yo lo veo como que hay gente que tiene una predisposición adictiva y otros no, porque problemas tenemos todos y no todas las personas se vuelven adictas, solo aquellos que tienen ciertas tendencias.
La adicción es una mentira autónoma que tiene vida propia. Es algo que surge, no precisa ninguna razón para emerger, simplemente aparece.
LC: ¿Por qué se considera la adicción como lo no dicho?
IP: Si vas a lo que es la enfermedad misma, la adicción es la enfermedad del que niega, del que oculta su problema, entonces tiene que ver con lo no dicho. En la práctica es lo que sucede, el adicto niega su consumo, su enfermedad y las consecuencias de la misma.
Uno se enferma para adentro y se cura para afuera, por eso uno en los grupos se presenta “soy fulano y soy alcohólico”, porque si no empezás por asumir tu problema no llegas a ningún lado.
LC: ¿A qué edad empiezan a manifestarse las adicciones?
IP: Depende de la clase social. En la media alta se ve de los 17 años en adelante; el promedio es entre 25 y 30 años, ya que la adolescencia se prolongó. No sé por qué, tal vez porque tienen menos acceso a la calle. En clases bajas hemos visto niños de 14 años.
Contacto:
Ismael Piñero (Toti)
Director de Ser Libre / Consejero en Adicción / Operador Terapéutico.
Ser Libre / www.serlibre.org.uy / Río Branco 1548 esq. Paysandú / 2 900 18 76
¿Qué opinás?
Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
Ver todas las entradas de lacitadina.