“Yo creo que en el Uruguay la mortalidad cardiovascular va a bajar cuando la manzana no salga $70, sino $20”
Cuerpo & Alma
Una entrevista con Daniel Bia y el Centro Cuiidarte, juntos por la prevención y la salud cardiovascular de los uruguayos
Daniel Bia de 38 años transmite una serenidad y una bondad a prueba de todo. Siendo aún estudiante de Medicina –aunque ya docente-, hizo una pasantía en la Fundación Favaloro de Argentina. Le interesaba empezar a trabajar en investigación cardiovascular cuando en Uruguay el tema estaba poco desarrollado.
La suma de esa pasantía de mes y medio más su contacto con médicos franceses con 15 años de experiencia en la prevención cardiovascular, lo llevó a juntarse con personas de la Cátedra de Cardiología del Hospital de Clínicas y también con profesionales de la Facultad de Ciencias. Juntos presentaron un proyecto en la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación) y ganaron U$S 350.000 para empezar a concretar lo que aún era una idea: Cuiidarte (Centro Universitario de Investigación, Innovación y Diagnóstico Arterial), que al poco tiempo sumó a la Dra. Gianina Sócalo.
En el 2012 Cuiidarte obtuvo el Premio Nova en la categoría “Interés Público”. La distinción se otorga a iniciativas innovadoras que muestren resultados o impactos concretos.
Un orgullo para los uruguayos contar con este Centro y su equipo profesional encabezado por Daniel Bia.
Dolores: ¿Qué es Cuiidarte?
Daniel Bia: Es un centro de investigación cardiovascular, que promueve la prevención y la salud cardiovascular de los uruguayos.
En Cuiidarte realizamos estudios de diagnóstico, ya que entendemos que estudiando las arterias la persona tiene información directa de su sistema arterial.
Nos interesa atender bien a la gente. Queremos competir en el sentido de prestar algo que sea competitivo, porque además somos parte de la imagen de la Universidad de la República (Udelar). Es importante que se sepa que la Facultad de Medicina presta servicios de manera pre paga y sobre todo que la persona lo puede pagar a través de Red Pagos; esto es algo innovador.
También tenemos el aval de la Facultad de Medicina para ejercerlo en instituciones. Queremos hacer asociaciones con empresas privadas para difundir nuestros servicios.
D: ¿Cuál es el abordaje de Cuiidarte?
DB: Nuestro abordaje es clarísimo. La enfermedad cardiovascular es la primer causa de muerte a nivel mundial y en Uruguay el 30% de las muertes son cardiovasculares. Dentro de las enfermedades cardiovasculares, la principal es la que está asociada a las funciones arteriales: el infarto. La enfermedad se llama arteriosclerosis, que es el aumento de la rigidez en las arterias. Esto puede tener distintas causas, una de ellas es que se van formando placas como depósitos en las paredes de las arterias, comienza en la niñez y evoluciona de manera silenciosa. El 50% de los infartos ocurren en personas que nunca habían tenido síntomas.
Entonces uno intenta prevenir la situación. Nosotros, lo que estudiamos es cuán expuesta está esa persona al riesgo.
D: ¿En qué consiste el estudio específicamente?
DB: El estudio comprende el uso de ecografía, tonometría, mecanografía y registros de presión arterial para obtener diferentes parámetros que dan información complementaria acerca de la estructura y función arterial. En este sentido, cada estudio del paquete diagnóstico contribuye al diagnóstico vascular y a la determinación del riesgo cardiovascular individual.
D: Una vez que uno decide hacerse el estudio, ¿cuál es el paso a seguir?
DB: Llamar para coordinar un día y luego hacer un pre pago en Red Pagos.
D: ¿Una vez finalizado el estudio…?
DB: Aquí se te entrega un informe que tiene todos los estudios y al final tiene un resumen y recomendaciones. Se informa y explica al paciente todo junto con el resumen escrito.
D: ¿Es necesario llevar exámenes de sangre recientes?
DB: No. Nuestro estudio real no requiere que la persona tenga exámenes de sangre. Nosotros le decimos a la gente que si quiere hacerse el estudio y tener información adicional, que entonces traiga un examen de sangre y perfil lipídico de los últimos seis meses. Eso alcanza.
D: Uno va al médico y cuando le mandan los exámenes de rutina se queda tranquilo. Pero entonces resulta que no es suficiente…
DB: Hoy lo que se hace para cuantificar el riesgo, en una visita al doctor, es tomar la presión, hacer un examen de colesterol y preguntas de hábitos, que no está mal pero no es suficiente.
Lo que hace la medicina actual es evaluar tu riesgo no en función de cómo están tus arterias sino en función de los agresores de las mismas: el tabaco, la obesidad, el alcohol. Pero en lo que tenemos que hacer más hincapié es en las arterias y no en sus agresores. Los franceses, que llevan años en esto, dicen que si queremos conocer el riesgo hay que evaluar a los agresores pero también evaluar al agredido que es el sistema arterial.
D: ¿Contigo se puede aplicar el dicho: “En casa de herrero cuchillo de palo”?
DB: No, me lo hice y dio todo bien. Para mí es una posición frente a la vida; si a mi la vida me da la posibilidad de enterarme de cosas, yo me lo hago. Hay que combatir la idea de: “Yo no voy al médico para no enterarme.” Hay que motivar la prevención. Es bueno tener conocimiento que permita obrar.
Acá en Uruguay aceptamos que exista el diagnóstico preventivo de cáncer de mama y de cáncer de próstata, entonces las mujeres se someten a radiografías de mamas y los hombres al control de la próstata; pero en esto no hay nada.
D: ¿Cómo creés que se podría bajar la mortalidad cardiovascular?
DB: En Inglaterra se hizo un estudio para ver cómo se podía bajar la mortalidad cardiovascular; se dieron cuenta que había que mejorar toda la parte quirúrgica y que eso iba a reducir la mortalidad un 3%. Otra cosa que proponían era subsidiar la fruta y la verdura, porque probaron que comiendo sano la mortalidad bajaba más de un 20%.
Yo creo que en el Uruguay la mortalidad cardiovascular va a bajar cuando la manzana no salga $70, sino $20, porque hoy no todos pueden pagarla. Debería ser algo totalmente accesible, es decir que sea prácticamente imposible no llegar a la fruta y la verdura. Creo que el precio lo tendría que fijar el Ministerio de Salud Pública.
D: ¿Trabajan con la difusión en centros educativos?
DB: Sí, nos parece sumamente importante. Vamos a donde nos llamen. A nivel de educación primaria, en primer lugar hablamos con los maestros y les contamos el procedimiento. Luego hablamos con los niños, les contamos que las arterias pueden enfermarse y les mostramos unos tubos para que visualicen las arterias. De a poco los chicos van preguntado.
Una sola vez nos pasó que haciendo un estudio demostrativo, descubrimos que uno de los chicos tenía algo. Se siguió la clase sin que nadie supiera nada y cuando finalizó, se habló con las autoridades del colegio para que le transmitieran a los padres que se le daba acceso gratuito a realizarse el estudio. Este joven tenía las paredes de las arterias más engrosadas de lo normal. Eso en niños y adolescentes es raro, podés encontrar uno en un millón.
Todo esto es absolutamente enriquecedor. Te regalan cosas como si fueras el Papa Francisco (risas).
D: ¿En qué están actualmente con Cuiidarte?
DB: Estamos con un emprendimiento muy importante; ya nos dieron el visto bueno para instalar Cuiidarte en el Pereira Rossell. Ya se ve que en niños muy pequeñitos puede haber afectación y lo que buscamos con este proyecto es que de aquí a 20 años los veinteañeros coman distinto.
Hoy tenemos un proyecto en el que buscamos evaluar el efecto de la pasta base y de la cocaína sobre el sistema arterial. A la persona que es invitada por ser consumidora no se le paga nada, pero obtiene el beneficio de recibir un informe real de su estado.
D: ¿En algún otro país de Latinoamérica hay este tipo de centros tan buenos?
DB: Conozco en Brasil clínicas buenas y en EEUU la Clínica Mayo. En Argentina también: el Hospital Austral en Pilar, del Opus Dei, es impresionante. Pero son cosas absolutamente privadas.
D: ¿Qué le transmitirías a la población?
DB: Lo que transmito es que la gente se cuide y que no deposite su cuidado exclusivamente en una institución ni en un solo profesional. Yo creo que la persona debe pelear por su salud y debe tratar de acceder a estudios y diagnósticos. Nosotros, para dejar en evidencia la seriedad de nuestro trabajo, lo hacemos en el marco de una institución pública, sin fines de lucro, una institución de referencia académica. Aquí se forman los cardiólogos que después ejercen en otros lugares.
Contacto:
CUIIDARTE
Dr. Daniel Bia
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina
Universidad de la República
Atención directa: 099-320791
cuiidarte@fmed.edu.uy
www.cuiidarte.fmed.eu.uy
Gianina Sócalo realizando el estudio
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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