Aprendiendo chino de niños
Cuerpo & Alma
Una entrevista a la profesora Yu Fei Tai para promover un lenguaje y una cultura tan diferente a la occidental
Mi hijo Alejo que ahora tiene 14 años, con 10, mirando un banner de la calle que promovía “Aprendé Chino mandarín” me dijo: “Quiero aprender…”. Hoy está cursando su cuarto año con Yu Fei Tai. Aquí mi charla con ella.
La Citadina: Presentación Yu Fei Tai…
Yu Fei: Yo soy oriunda de China, me vine con mis padres cuando tenía 9 años y el español lo aprendí de cero. Tengo el chino nativo que fui perfeccionando por mi cuenta, porque en Uruguay la colectividad es muy chica y no había un colegio donde se pudiera estudiar chino mandarín.
LC: ¿Por qué elegir aprender chino mandarín?
YF: Porque es una formación para los chiquilines que le suma un plus en el currículum. Tengo una amiga que trabajó mucho tiempo en una consultora de selección de personal y lo que le llamaba justamente la atención es que en los currículums empezaron a aparecer los cursos de chino.
El idioma chino tiene varias puntas: por un lado está el crecimiento de China, que hace que el aprendizaje de este idioma se imponga en adultos y también en niños cada vez más; y por otro lado, es un idioma que al ser muy diferente y al hacer uso de la otra parte del cerebro es buenísimo para las personas mayores o inclusive también para los jóvenes que quieren ampliar la cantidad de sinapsis que tienen en su cerebro.
LC: ¿Qué pros tiene aprender chino siendo chicos?
YF: Siempre de chicos es mejor porque tienen mayor plasticidad en el cerebro y cuando lo incorporan, después no lo tienen que razonar. Pongo un ejemplo: los números que a un adulto le pueden llevar de una semana a un mes, un niño de 5 años contando y cantando un par de veces por semana ya los aprende.
LC: ¿Es difícil enseñar a niños un idioma tan distinto a los que están habituados a aprender?
YF: Sin lugar a dudas es un idioma muy difícil. Mi filosofía es que cuando algo no funciona busco la mitad de la responsabilidad en mí y entonces trato de cambiar la estrategia. Es muy desafiante y demandante trabajar con niños porque siempre van un paso adelante y tenés que estar constantemente buscando nuevas posibilidades: si por el camino 1 no se puede hay que ir por el 2; si el hacer planchas (que es repetir caracteres) no se puede, hay que hacerles tarjetitas; si con las tarjetitas no aprenden hay que buscarles juegos; si con los juegos no se puede hay que buscarles movimiento…
LC: ¿Considerás que China es un mundo aparte para nuestros niños?
YF: Se que no todas las familias son iguales pero tengo la experiencia de una en la que la madre ha viajado y ha hecho cosas con China y en la casa intenta promover el aprendizaje del chino con sus niños: les habla algunas palabras sueltas y cuando ponen la mesa cuentan en este idioma al poner los platos en la mesa. Es un mundo aparte para los chiquilines, entonces si tienen eso de parte de la familia, que los padres le comenten de viajes que hayan hecho a China, por poner un ejemplo, ayuda a abrirles la cabeza.
LC: ¿Qué es más difícil: para un hispano hablante aprender chino, o para un chino aprender castellano?
YF: Mmm…Yo creo que es igual de difícil, porque lo más difícil es lo que es bien diferente de lo que uno maneja. En términos de idiomas, estamos determinados por la estructura de nuestra lengua madre, entonces solemos pensar según esa misma estructura; siempre partimos de ahí: si nuestra lengua madre y la lengua objetivo es totalmente diferente, ir de un lado para otro, o de otro lado para este, es igual.
LC: Un alumno uruguayo y un alumno chino: diferencias y similitudes.
YF: El chino es como más disciplinado, se comporta mejor, busca aprender más que jugar; el uruguayo busca mucho jugar. Son completamente distintos.
LC: Resumiendo, CHINO MANDARIN…¿Es posible?
YF: Ahí se aplica la regla general: si sabés muchos idiomas, el siguiente idioma que se aprenda va a ser más fácil. En cuanto a la gente que tiene facilidad con los idiomas, la tiene con todos. Y además, entre idiomas, siempre hay alguna similitud: donde no se parezca a uno se parece a otro.
LC: Como broche final, ¿algo que agregar?
YF: La idea es, en unos años, llevar grupos de los chiquilines más grandes a China. Es como una inversión cultural importante, van a venir con otra motivación y maravillados de lo que es China… Porque no se lo pueden imaginar.
CONTACTO:
Instituto Fénix / www.fenixinternacional.com/fenixinstitute@gmail.com
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Acerca del autor
Me llamo Dolores de Arteaga y soy del 70. Amo la vida, con sus dulzuras y sus sinsabores, con mi pasado y mi presente. Tengo un largo camino recorrido como mujer y como ser humano, con todo lo que estas palabras implican. Fui niña y adolescente. Soy hija y madre, mujer de mi marido y amiga. ¿Mi marido? Mi pilar, el compañero que elegí desde que lo conocí, que nunca me cortó las alas para volar. ¿Mis hijos? Son lo más importante y fuerte que me pasó desde que nací. ¿Mis amigas? Son del alma, fueron mi propia elección, son mi otro yo, ven la vida con mis mismos lentes. sobremi Fui maestra, dueña de una tienda de segunda mano y ahora soy bloggera. Siempre digo que mis ciclos duran diez años; me gustan los cambios, reinventarme cada tanto. Me parece que las mutaciones forman parte del movimiento y de la riqueza de la vida. A partir de los 40 sentí que estaba empezando la otra mitad de mi existencia y se me despertaron gustos e intereses que quizás estaban dormidos. Me siento más entusiasta ahora que a los 20. Se preguntarán “¿qué se le dio por hacer un blog?”. Tengo intereses de todo tipo. Considero que leer es uno de los placeres de la vida, que el arte nos estimula los sentidos y que viajar nos enriquece el intelecto y el alma. Siempre me gustó descubrir la otra cara de las ciudades, hacer hallazgos donde no es fácil identificar a primera vista, descubrir y redescubrir lugares, conocer a la gente, estudiar la naturaleza humana en sus diferentes realidades, hurgar un libro hasta el cansancio, improvisar críticas de cine de lo más personales con amigas, salirme del clásico circuito pautado por unos pocos y estar pendiente de qué se puede hacer acá, allá o donde fuere. Pero sobre todo, me gusta reírme, y si es a carcajadas, mejor todavía. También soy una máquina de registrar datos. Siento un disfrute especial cuando lo hago. Mis amigas me llaman las “páginas amarillas”. Y hasta acá llegué para no aburrirlos hablándoles de mi. ¡Entren a descubrir el blog! ¡Para mí es un verdadero disfrute hacerlo!
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